GRENOBLE.- Un mes después del accidente de esquí que sufrió en
los Alpes franceses, el campeón de Fórmula 1 Michael seguía ingresado el martes
en la unidad de cuidados intensivos del hospital de Grenoble (este de Francia),
y pocas informaciones filtran sobre su estado de salud.
Consultada por
la AFP, su portavoz, Sabine Kehm, remitió al último parte médico, publicado el
17 de enero, en el que se señalaba que Schumacher estaba en estado “crítico”
pero “estable”, como anteriormente y sin otras precisiones.
Schumacher fue
ingresado en el servicio de neurocirugía del hospital de Grenoble el 29 de
diciembre, tras sufrir en Meribel un accidente de esquí en un sector fuera de
pista. Sufrió una caída y se golpeó fuertemente la cabeza contra una roca. Al
ser hospitalizado sufría de lesiones craneanas “difusas y serias” y fue puesto
en estado de coma artificial.
Desde
entonces, sus admiradores siguen manifestándole su apoyo. El domingo, unas 500
personas realizaron una marcha en el circuito Spa-Francorchamps de Bélgica.
Las conclusiones
de la investigación judicial sobre el accidente no se darán a conocer antes de
mediados de febrero, según la fiscalía de Albertville, que se espera descarte
toda responsabilidad penal exterior. Entre tanto,
la incertidumbre persiste sobre el futuro de Schumacher.
El objetivo
del coma artificial en casos de traumatismo craneano es dejar el cerebro en
reposo para reducir la tensión en la caja craneana.
“El impacto
del traumatismo acarrea un edema, es decir una inflamación como cuando se
produce un esguince en el tobillo”, explica a la AFP el doctor Gérard Audibert,
director de la unidad de reanimación neuroquirúrgica del hospital universitario
de Nancy (nordeste).
Ese coma
artificial puede ser prolongado “mucho tiempo, días o semanas”, precisa el
doctor Jean Mantz, jefe del departamento de anestesia y reanimación del
hospital Bichat de París.
No obstante,
la duración media de un coma artificial para traumatismos craneanos graves es
“de unos 15 días”, según Audibert. Aunque puede ser un poco más largo, es
“bastante raro” que un coma artificial sobrepase tres semanas, señala.
Los médicos
deciden en general sacar al enfermo del coma artificial una vez que la presión
en la caja craneana ha vuelto a ser baja y estable.
“Cuando se
retira paulatinamente la sedación y la presión es correcta, se decide el cese
completo del coma artificial. El paciente vuelve entonces a su ”estado de base
clínica“. Puede ocurrir que siga en coma o que se ”despierte“ progresivamente,
explica el médico.
Los médicos
siguen con atención las reacciones del paciente al salir de un coma artificial. ”Se observa
si se logra comunicar con él, si responde a estímulos verbales, a instrucciones
de tipo ‘apriete mi mano' o ‘abra o cierre los ojos'“, precisa el doctor
Audibert.
Después de
esa fase,”el camino puede ser todavía muy largo: hemos visto pacientes mejorar
entre un mes y tres años después de un accidente“, indica el doctor Vigué. ”El
tiempo al cabo del cual un paciente puede recuperarse de un accidente en el
plano neurológico y la calidad de esa recuperación son hoy imposibles de
diagnosticar con certeza“, acota el doctor Mantz. No obstante, según el doctor
Audibert, sólo pueden saberse las secuelas definitivas de un traumatismo
craneano aproximadamente dos años después del accidente.
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