El presidente de EEUU
pregona los beneficios económicos de la reforma migratoria e insta a aprobar la
reforma de las leyes migratorias
WASHINGTON, D. C.- Al afirmar que "la hora de poner
excusas se acabó", el presidente Barack Obama pregonó ayer sábado los
beneficios económicos de una reforma migratoria, y afirmó que la iniciativa que
elaboran senadores daría cimientos más firmes al presupuesto federal y a las
prestaciones sociales.
Obama citó, en su mensaje radiofónico semanal, un
reciente análisis de la Oficina Presupuestaria del Congreso que indica que los
déficits se reducirían casi un billón de dólares en dos décadas después que la
iniciativa se promulgue.
Es más, dijo Obama, el influjo de inversión, tecnología y
empresas que traerían consigo los inmigrantes le darían a la economía un impulso de 5%.
"La iniciativa bipartidista ayudaría a la clase
media a hacer crecer nuestra economía y reduciría nuestros déficits, al
asegurarse de que todos los trabajadores de Estados Unidos jueguen con las
mismas reglas y paguen impuestos como todos los demás", dijo.
La confianza en que la reforma
migratoria será aprobada por el Senado por un amplio margen ha estado creciendo, y los líderes
legislativos programaron una votación de prueba para el lunes. La votación
definitiva se haría a finales de la siguiente semana.
Aunque el corazón de la iniciativa es un mecanismo de 13
años para naturalizar a
millones de personas que viven ilegalmente en Estados Unidos, fue un aumento
drástico en la seguridad de la frontera con México, incorporado esta semana
para aplacar a los republicanos, el que se presume le dio un fuerte impulso a
la iniciativa.
Obama no mencionó específicamente la enmienda de la
frontera ayer sábado, pero sí señaló que la iniciativa "continuaría
reforzando la seguridad en nuestras fronteras".
A pesar de que algunos demócratas creen que las cláusulas
sobre la seguridad son excesivas —20 mil nuevos agentes, 560 kilómetros (350
millas) de nueva valla divisoria, 18 aviones teledirigidos—, el portavoz de
Obama Jay Carney dijo el viernes que constituiría un "avance" que
la Casa Blanca aplaude.
"El proyecto de ley no es perfecto. Es una
concesión. Nadie va a conseguir todo lo que quiere; ni los Demócratas, ni los
Republicanos, ni yo. Pero es consistente con los principios que otros y yo
hemos planteado para la reforma", agregó.
El mandatario se reunirá el lunes con líderes
empresariales en la Casa Blanca para hablar sobre la reforma migratoria y su
impacto en la economía, según anunció este viernes el portavoz presidencial,
Jay Carney.
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