La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo que las investigaciones en torno al escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras pueden cambiar al país para siempre al poner fin a la cultura de la impunidad.
En sus primeras declaraciones tras el arresto el pasado viernes de 23 personassospechosas de corrupción y lavado de dinero, Rousseff señaló que el caso tiene un significado simbólico para Brasil.
Entre los detenidos se encuentran altos ejecutivos de una serie de grandes empresas de la construcción que tenían contratos con Petrobras.
Sin embargo, algunos corresponsales opinan que Rousseff puede tener dificultades para distanciarse del escándalo.
La mandataria presidió la junta de directores de Petrobras de 2003 a 2010.
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