Las autoridades de Kaohsiung, la segunda ciudad de Taiwán, responsabilizaron a una empresa petroquímica local por una serie de enormes explosiones que provocaron la muerte de 28 personas el jueves en la noche.
El gobierno de la ciudad señaló que a pesar de saber que se había registrado una caída en la presión en una de sus tuberías subterráneas, indicando la presencia de una fuga, la compañía LCY permitió la salida del gas inflamable propano durante varias horas.
Los funcionarios indicaron que de haberse anunciado el problema inmediatamente se habrían salvado muchas vidas.
LCY señaló que cooperará con la investigación de las explosiones, que también dejaron cerca de 300 heridos. El presidente de Taiwán, Ma Ying-jeou anunció tres días de duelo.
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