Señal de despedida del Comandante Hugo Chavez |
El cuerpo de Chávez ha sido
trasladado a la Academia Militar de Venezuela. Se han declarado siete días de
duelo nacional y el mandatario será velado hasta el viernes, cuando se
celebrará el funeral, según Elías Jaua. Según el testimonio del vicepresidente
Maduro, él y los miembros del alto comando político-militar, que se habían
reunido por la mañana, acudieron al centro asistencial donde estaba Chávez en
busca del parte médico correspondiente.
La gente de Venezuela amaban a su comandante |
Los venezolanos lloran en las calles la muertes de Chavez |
En compañía de las hijas del
presidente han recibido la información sobre su deceso, y cerca de una hora
después la han comunicado. Maduro ha pedido calma, paz y respeto. "Que no
haya odios", sino que predomine “el único sentimiento que anidó en el
corazón del comandante Chávez, el amor”, ha solicitado. Ha ordenado el
despliegue inmediato de las fuerzas militares y policiales para “proteger la
paz del pueblo venezolano”. El presidente del Parlamento, Diosdado Cabello,
estuvo ausente durante el anuncio del fallecimiento de Chávez, pues su propia
madre murió el pasado domingo.
"El respeto y la paz tienen
que ir de la mano en este dolor inmenso de esta tragedia histórica que hoy toca
a nuestra patria", ha aseverado Maduro. Ha informado de que
"próximamente" se hará público el calendario de actos de
"homenaje póstumo" al fallecido presidente, aunque más tarde se ha
desvelado que el funeral será el viernes. Maduro ha lanzado un primer llamamiento
a la población para que salga a las calles del país a manifestar su
"amor" por Chávez.
Miles de personas han respondido
a la petición y han llenado las calles de Caracas tras el anuncio. María
Gabriela Chávez, la segunda de los cuatro hijos de Chávez, se despidió de su
padre a través de su cuenta de la red social Twitter, con un mensaje en el que
decía "Hasta siempre papito mío!" y llamó a seguir construyendo la
patria.
¿Muchas de las condolencias de
los líderes políticos también han llegado por esta vía. La presidenta de
Brasil, Dilma Rousseff, ha señalado que la muerte de Chávez es la "pérdida
irreparable de un amigo de Brasil". También el Ministerio de Exteriores de
Ecuador ha hecho público un comunicado para mostrar el "profundo
pesar", así como el presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien ha
enviado sus "más sentidas condolencias" a la familia.
El presidente
de Bolivia ha asegurado que viajará esta misma noche hacia Caracas para acudir
a los funerales. También la presidenta argentina Cristina Fernández irá a los
funerales y ha decretado tres días de duelo nacional con la bandera a media
asta en homenaje al mandatario. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama,
ha declarado que "Venezuela abre un nuevo capítulo en su historia" y
"EE UU sigue comprometido en la democracia y el imperio de la ley".
En la embajada de Venezuela en La Habana, ondea una bandera a media asta.
Al momento de su muerte, Chávez
contaba con 58 años de edad. Desde que le fue detectado un tumor, en junio de
2011, durante una de sus visitas a La Habana, el caudillo bolivariano que
gobernaba Venezuela desde 1999 fue operado cuatro veces, que se sepa, pero al
final el cáncer fue más fuerte que él. Chávez se sometió a tratamientos con
radio y quimioterapia. Aunque la mayor parte de la asistencia médica recibida
fue mantenida en secreto. En todo este tiempo incluso se negó a revelar qué
tipo de cáncer padecía y qué órganos de su cuerpo habían sido afectados por la
enfermedad.
Maduro ha lanzado un llamamiento
a la población para que salga a las calles a manifestar su "amor" por
Chávez.
Pocas horas antes de su muerte,
Maduro ha dado paso a otro capítulo de misterio: al referirse a la enfermedad
del presidente Chávez vaticinó que “en el futuro se confirmará que el proceso
canceroso" le fue inoculado. "No tenemos ninguna duda de que llegará
el momento indicado en la historia en que se pueda conformar una comisión que
demuestre que el comandante Chávez fue atacado con esta enfermedad",
aseguró, antes de comparar el caso de Chávez con el del líder palestino Yaser
Arafat.
Con la muerte de Chávez,
desaparece uno de los políticos más influyentes y polémicos de América Latina
de las últimas dos décadas. Además, deja en el aire el futuro del movimiento
populista creado en torno a su figura, con el reto de llenar un vacío inmenso.
Chávez ganó las elecciones presidenciales el pasado 7 de octubre, en una
campaña en la que dosificó sus apariciones.
Según la Constitución, debía jurar
su cargo el pasado 10 de enero, pero ante la imposibilidad física de hacerlo,
el Tribunal Supremo del país permitió que ejerciera de presidente ausente. Ni
siquiera tras su regreso a Caracas, el pasado 18 de febrero, estuvo en condiciones
de cumplir el trámite constitucional.
Antes de partir a La Habana para
operarse por última vez, el pasado 10 de diciembre, Chávez trató de dejar la
situación bajo control en Venezuela y designó como sucesor al vicepresidente,
Nicolás Maduro, un chavista de primera hora, dirigente sindical, diputado desde
1999, ex presidente del Parlamento y ex ministro de Exteriores, quien demostró
su lealtad a Chávez hasta el último momento. “Si algo ocurriera, que me
inhabilitara de alguna manera, Nicolás Maduro no solo debe concluir el periodo,
como manda la Constitución, sino que mi opinión firme, plena como la luna
llena, irrevocable, absoluta, total, es que en ese escenario, que obligaría a
convocar a elecciones presidenciales, ustedes elijan a Nicolás Maduro como
presidente. Yo se lo pido desde mi corazón”, dijo Chávez en televisión en tono
solemne, minutos antes de viajar a Cuba y desaparecer para el público durante
más de dos meses. Fue su última intervención hablada.
Nadie volvió a verlo hasta que el
16 de febrero el Gobierno venezolano hizo públicas tres fotografías en las que
se le veía en el hospital, sonriente con sus hijas y un ejemplar del diario
Granma como fe de vida. Después, el secreto envolvió de nuevo al presidente al
regresar a Caracas, aunque el 18 de febrero envió tres mensajes a través de su
cuenta de Twitter. En el último de ellos decía: "Sigo aferrado a Cristo y
confiado en mis médicos y enfermeras. ¡Hasta la victoria siempre!! Viviremos y
venceremos!!!".
El Gobierno ha defendido una y
otra vez que Chávez, hospitalizado y blindado, se encontraba con dificultades
pero en vías de recuperación, y ha justificado el silencio del presidente en
las secuelas que le provocaba tener que respirar por una cánula. La ocultación
había disparado el nerviosismo en Venezuela en las últimas semanas.
El desvelo de Chávez fue que su ausencia no pusiera en riesgo la estabilidad del régimen. “En cualquier circunstancia, debemos garantizar la marcha victoriosa de la revolución bolivariana, construyendo la democracia nueva, la vía venezolana al socialismo”, dejó dicho a los suyos.
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