Los
acuerdos bilaterales le permitieron a Cuba resolver definitivamente el problema
energético. La muerte del Presidente Hugo Chávez ha sido un shock que dejó sin
aliento a la mayoría de los cubanos. Pierden a uno de sus amigos más leales
mientras se abre la incertidumbre sobre el rumbo que tomará Venezuela y cómo
afectará las relaciones con la isla.
Se declaró duelo nacional y en un
comunicado oficial se recuerda que Chávez “sintió en su carne nuestras
dificultades y problemas e hizo cuanto pudo con extraordinaria generosidad,
especialmente en los años más duros (…) acompañó a Fidel como un hijo verdadero
y su amistad con Raúl fue entrañable”.
Los acuerdos bilaterales le
permitieron a Cuba resolver definitivamente el problema energético, al pagar
una factura de 100 mil barriles diarios de petróleo con el trabajo de unos 50
mil cooperantes, la mayor parte de ellos médicos y personal de la salud.
No pocos cubanos temen la
repetición de una crisis similar a la que vivieron con la desaparición de la
Unión Soviética, cuando el país se quedó sin socios comerciales, sin fuentes de
combustible y la economía se vino abajo arrastrando el poder adquisitivo de los
ciudadanos.
Confianza en el chavismo
Para los políticos cubanos, la
muerte de Chávez implica la pérdida del mayor y más influyente aliado en la
región, sin embargo, no creen que la política venezolana vaya a cambiar a corto
o mediano plazo y parecen confiar en el grupo de dirigentes que lo sustituirá.
En el comunicado oficial cubano
se reitera que “la revolución bolivariana tendrá nuestro resuelto e irrestricto
apoyo (y..) a nuestros compañeros de la dirección político militar bolivariana
y del gobierno venezolano reiteramos nuestro respaldo”.
Oficiosamente se afirma que
Nicolás Maduro, el hombre que sustituirá a Hugo Chávez al frente del gobierno,
es también un muy cercano y antiguo aliado de La Habana. Si logra consolidarse
al frente de los chavistas seguramente Cuba no tendría nada que temer.
Los contactos de La Habana con el
chavismo no están solo en la cúpula, durante todos estos años de camino
conjunto, se han tejido relaciones a todos los niveles y en todos los sectores,
que se suman a las que existían con la vieja guardia de la izquierda
guerrillera.
Venezuela no es la URSS
Más allá de la voluntad de unos u
otros, para ningún político venezolano será fácil desembarazarse de los
cooperantes cubanos, ellos son el alma de unas “misiones” que tienen una enorme
repercusión social, en la salud, la educación o los deportes.
Es imposible sustituir de un día
para otro a 35 mil médicos que dan consulta en los barrios pobres o en las
zonas más intrincadas del campo. El costo político de semejante acción sería
tan alto que durante la campaña electoral hasta el candidato de la oposición
prometió mantenerlos en el país.
Sin embargo, aun en el peor de
los casos la situación para Cuba es bastante diferente a la época de la
desaparición de la URSS, Cuba ha diversificado su comercio exterior, tiene
miles de cooperantes en otros países del mundo y está mucho más integrada en su
región.
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