Cuando Haití fue azotado por un devastador terremoto hace más de 5 años, la comunidad internacional se volcó con el país más pobre de América. A la capital, Puerto Príncipe, llegó la promesa de miles de millones de ayuda extranjera.
Pero pese a esos compromisos -no siempre cumplidos-, el país sigue sumido en la pobreza y no ha conseguido superar la inestabilidad política.
De hecho, muchos creen que las elecciones parlamentarias que se celebran este domingo y que han sido postergadas por más de medio año, podrían estar marcadas por la violencia política.
Los cerca de seis millones de haitianos convocados a las urnas deberán elegir 119 diputados y 20 senadores entre los más de 1.800 candidatos registrados, en unos comicios que son vistos como una prueba de la estabilidad del país.
En enero de 2010, el mundo vio en sus televisores y en internet las imágenes de destrucción que dejó el terremoto de 7,0 grados de magnitud.
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