Un minuto después de su contacto rutinario con los controladores, el Airbus 320 de Germanwings comenzó un brusco descenso que terminó en ocho minutos con el aparato pulverizado en los Alpes franceses. Se da por muertos a los 144 pasajeros y seis tripulantes.
Por el momento no se conoce qué pudo causar la tragedia y la principal incógnita es por qué los pilotos no respondieron a los controladores ni enviaron una señal de alerta.
Los expertos señalan que el avión impactó contra el suelo a gran velocidad, lo que sugiere que no explotó en vuelo.
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