El Tribunal de Arbitraje Deportivo mantuvo la prohibición de jugar al uruguayo Luis Suárez, pero levantó el veto impuesto por la Federación Internacional de Fútbol Asociado por morder al italiano Giorgio Chiellini durante un partido en el Mundial de Brasil 2014. El futbolista podrá entrenar con su nuevo equipo, el Fútbol Club Barcelona.
"Las sanciones impuestas al jugador por la FIFA han sido en general confirmadas", dijo el tribunal en un comunicado, pero aclaró que el veto fue excesivo ya que puede tener un impacto en el futbolista una vez que se cumpla la suspensión.Suárez fue suspendido por nueve partidos con su selección (ya cumplió uno en el Mundial) y vetado de toda actividad futbolística por cuatro meses, incluyendo asistir a estadios y campos de entrenamiento, utilizar las instalaciones de un club o dar declaraciones. El castigo a Suárez es el mayor impuesto por la FIFA en su historia.
Amistosos
Pese a la sanción, el delantero fue traspasado por unos US$118 millones del Liverpool inglés al conjunto catalán, que acompañó a Suárez en el proceso de apelación alegando que el castigo atentaba el derecho al trabajo del jugador, además de afectar al club cuando el incidente se produjo en un partido entre selecciones nacionales.
A raíz de la resolución del TAS, Suárez podrá jugar partidos amistosos en el ámbito de clubes y a nivel internacional, aunque estos no reducirán el castigo impuesto por la FIFA.
Esto permitirá al delantero uruguayo ser presentado oficialmente como nuevo jugador del Barcelona y disputar unos minutos con su actual equipo durante el Trofeo Joan Gamper que se jugará el próximo lunes contra el León mexicano en el estadio Camp Nou.
La decisión deja un sabor agridulce en el seno del club catalán, ya que el jugador se perderá hasta once partidos oficiales. Sin embargo, no se espera que el Barça recurra a otra instancia judicial.
Se espera que el jugador vuelva a los terrenos de juego el 26 de octubre, día para el que está programado el primer clásico de la temporada contra el Real Madrid.
Polémicas
Una de la razones de la FIFA para sancionar severamente a Suárez fue por lo reiterativo de su comportamiento, siendo el mordisco a Chiellini el tercero que le propinaba a un rival sobre el terreno de juego.
En noviembre de 2010 fue suspendido siete partidos cuando militaba con el Ajax por morder al jugador del OSV Eindhoven Otman Bakkal.
Luego de ser traspasado al Liverpool, Suárez recibió ocho partidos de castigo y una multa en diciembre de 2011 por un caso de racismo que involucró al defensor francés del Manchester United Patrice Evra.
Y en abril de 2013 fue sancionado por 10 partidos por morder al defensor serbio del Chelsea Brabislav Ivanovic.
En este caso, al igual que ocurrió durante el mundial con Chiellini, el goleador uruguayo se disculpó públicamente de su acción.
Sin embargo, el director ejecutivo de la Liga Premier, Richard Scudamore, calificó de positiva la salida de Suárez del fútbol inglés al considerar que el jugador representa un riesgo muy alto.
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