Así eran
probablemente los primeros habitantes europeos, según lo revelaron análisis
genéticos de un cazador-recolector que vivió en España hace 7.000 años.
Esta inusual
combinación sorprendió a los investigadores que pensaban que la tez de estos
era clara.
"Una
explicación es que la tonalidad más clara de la piel evolucionó más tarde de lo
que se asumía", afirmó Carles Lalueza-Fox, investigador del Instituto de
Biología Evolutiva de Barcelona y autor principal del estudio publicado en la
revista especializada Nature.
La relación escandinava
Dos
esqueletos de cazadores-recolectores fueron hallados en una cueva en el
yacimiento de La Braña-Arintero, en León -noroeste de España-, en 2006.
Gracias a la
humedad y a la temperatura fría de la cueva, los restos -apodados La Braña 1 y
2- se conservaron en muy buen estado.
Los
investigadores pudieron extraer ADN de uno de los hombres y secuenciar su
genoma. Los
resultados de los análisis demostraron que este europeo temprano estaba más
cerca genéticamente de los habitantes de Suecia y Finlandia.
Pero
mientras que sus ojos eran azules, sus genes revelaron que su cabello era negro
o castaño y que su piel era oscura. "Este fue un resultado
inesperado", dijo Laluenza-Fox.
De la recolección a la agricultura
"Se
asumía que eso era algo que pasa en respuesta a pasar de África a latitudes más
altas, donde la radiación ultravioleta es más baja, y la piel tiene que
sintetizar vitamina D. Es obvio que éste no es el caso porque este hombre ha
estado en Europa por 40.000 años y su piel sigue siendo oscura" Carles
Lalueza-Fox, autor principal del estudio.
Antes de
este descubrimiento se creía que los primeros europeos se habían vuelto blancos
poco después de abandonar África y trasladarse al continente europeo, hace
aproximadamente 45.000 años.
"Se
asumía que eso era algo que pasa en respuesta a pasar de África a latitudes más
altas, donde la radiación ultravioleta es más baja, y la piel tiene que
sintetizar vitamina D. (Cuando ocurre), el tono de tu piel se vuelve
rápidamente más claro", explicó Lalueza-Fox.
"Es
obvio que éste no es el caso porque este hombre ha estado en Europa por 40.000
años y su piel sigue siendo oscura".
El genoma
del cazador-recolector también le permitió al equipo entender mejor cómo los
seres humanos cambiaron cuando abandonaron la recolección para dedicarse a la
agricultura.
El europeo
de ojos azules habría subsistido en base a una dieta que consistía principalmente
en proteínas, y su ADN reveló que era intolerante a la lactosa y que no podía
digerir el almidón.
Estas son
características que aparecieron después de que se adoptó la agricultura y la
gente cambió su alimentación.
Para David
Reich, de la Escuela Médica de Harvard, Estados Unidos, este estudio es
significativo porque presenta la secuenciación del genoma más antiguo hasta la
fecha de un europeo. "Es la primera secuenciación de un genoma europeo que
precede a la aparición de la agricultura".
"El
hallazgo de la piel oscura es muy interesante, debido a que en la actualidad,
la piel clara es casi universal en toda Europa. Estos resultados indican que la
piel clara en el continente europeo es un desarrollo que ocurrió al menos en
los últimos 7.000 años", agregó.
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