El cardenal católico escocés
Keith O'Brien admitió el domingo en un comunicado que su conducta sexual
"cayó por debajo de las estándares que se esperaban de él como sacerdote,
arzobispo y cardenal".
En el comunicado, el religioso
-que renunció el lunes a su puesto de arzobispo de St. Andrews y Edimburgo
luego de ser acusado de "comportamiento inapropiado" por otros
sacerdotes- también les pidió perdón a quienes "ofendió", se disculpó
con la Iglesia Católica y con el pueblo escocés.
O'Brien había renunciado la
semana pasada a su cargo, el más alto de la Iglesia Católica británica, después
de que otros tres sacerdotes y un ex eclesiástico hicieran alegatos sobre su
conducta inapropiada.
En ese momento, dijo que no participaría
en la elección de un sucesor para el papa Benedicto XVI.
El comunicado emitido por la
Iglesia Católica Romana en Escocia dice: "En los últimos días algunas
alegaciones que se han hecho contra mí se han hecho públicas. Inicialmente, su
carácter anónimo y no específico me llevó a refutarlas.
"Sin embargo, quiero
aprovechar esta oportunidad para reconocer que ha habido momentos en que mi
conducta sexual ha caído por debajo de los estándares que se esperan de mí como
sacerdote, arzobispo y cardenal.
"Pasaré el resto de mi vida
en retiro. No voy a desempeñar ningún papel en la vida pública de la Iglesia
Católica de Escocia", apuntó el cardenal, que a sus 74 años era el más
veterano en la jerarquía católica británica.
En un principio, el cardenal dijo
que iba a tomar acciones legales cuando las acusaciones en su contra se
hicieron públicas hace una semana en el dominical The Observer. Debía retirarse
a finales de este mes, cuando cumplirá 75 años.
Un ex sacerdote y tres sacerdotes
en ejercicio de la diócesis de St. Andrews y Edimburgo se quejaron al
representante del Papa en Gran Bretaña, el arzobispo Antonio Mennini, a
principios de febrero de lo que supuestamente había sido un comportamiento
inapropiado de O'Brien hacia ellos en la década de 1980.
El primero le dijo al periódico
The Observer que estaba decepcionado por la "fría desaprobación" a
que enfrentó por "atreverse a romper filas".
Contactos inapropiados
También afirmó que decidió hacer
públicas las acusaciones porque temía que el asunto iba a ser escondido bajo la
alfombra por la Iglesia.
La semana pasada, The Observer
informó que ese exsacerdote había afirmado que el cardenal O'Brien tuvo un
acercamiento inapropiado hacia él en 1980, después de las oraciones nocturnas,
cuando era seminarista en el Colegio Drygrange.
Una segunda declaración de otro
hombre dijo que vivía en una parroquia cuando fue visitado por el cardenal
O'Brien, y que había habido un contacto inapropiado entre ellos.
El tercer demandante alegó que
había padecido lo que describió como "comportamiento no deseado" por
el cardenal, también en la década de 1980, después de beber un poco durante la
tarde-noche.
Un cuarto religioso dijo que el
cardenal utilizaba las oraciones de la noche como una excusa para el contacto
inapropiado, según el diario británico. El cardenal O'Brien era el
arzobispo de St. Andrews y Edimburgo desde 1985.
Ha sido un opositor abierto de
los planes para legalizar los matrimonios homosexuales en Escocia y fue
nombrado "fanático del año" por la organización defensora de los
derechos gay Stonewall el año pasado.
En una entrevista con la BBC poco
antes de que las acusaciones en su contra se hicieran públicas, el cardenal
dijo que creía que los sacerdotes deberían poder casarse y tener hijos si así
lo desean.
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