El papa Benedicto XVI ha
comenzado su último acto público frente a decenas de miles de personas en la
plaza de San Pedro del Vaticano.
El Papa, que tras su renuncia
será llamado Pontífice Emérito, agradeció públicamente el apoyo recibido y
señaló que durante su mandato había experimentado momentos felices y momentos
difíciles.
Benedicto repitió que en los
últimos meses su energía había disminuido, pero que había tomado la decisión
consciente de su gravedad.
El todavía líder de la Iglesia
Católica añadió que su decisión no implicaría una vuelta a la vida privada y
que seguiría "cerca de Jesucristo".
El pontífice, que hizo uso por
última vez del papamóvil, llegó a la plaza rodeado de fieles un día antes de
que entre en efecto su renuncia, el 28 de febrero.
Benedicto XVI, que anunció
sorpresivamente su renuncia al máximo cargo de la Iglesia Católica el pasado
lunes 11 de febrero, se dirigió a miles de personas que abarrotaron una soleada
plaza de San Pedro. Entre el público se encontraron algunos de los cardenales
que elegirán a su sucesor.
El pontífice, de 85 años, señaló
en el momento de su renuncia que ya no tenía las "fuerzas para ejercer
adecuadamente el ministerio".
El anuncio fue saludado por
líderes católicos y jefes de Estado como un ejemplo de valentía, pero también
supuso un reto inédito en la historia moderna de la Iglesia y la imagen de su
máximo líder, según los expertos. En los próximos días tendrá lugar el cónclave
que marcará la agenda para elegir a un sucesor.
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