Califican como un fracaso plan regularización de extranjeros en RD

El Movimiento de Mujeres Domínico-Haitianas (MUDHA) hizo este martes en la noche un cuestionamiento público a la ley 169-14 sobre naturalización, que establece un régimen especial para personas nacidas en el territorio nacional inscritas irregularmente en el registro civil dominicano.

Durante un foro en la sede del Ateneo Dominicano, organizado por este organismo y el periódico digital ALMOMENTO.NET, las dirigentes de la entidad Liliana Dolís y Jenny Morón dijeron que a pesar de que dicha ley ha sido considerada por muchos como un paso de avance en la búsqueda de soluciones a los conflictos que generaría la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, la misma no resolverá este problema.

Funcionario les responde

De inmediato el funcionario encargado de los programas de Naturalización y Regularización de Extranjeros, el viceministro de Interior Luis Fernández, salió al frente a estos cuestionamientos y se quejó porque las dirigentes del MUDHA supuestamente no se han referido a los mismos anteriormente en visitas que han hecho a su despacho.

Solución “de espaldas a la Constitución”

Morón, fungiendo de vocera del MUDHA, dijo que esta entidad lamenta que la solución que se plantea desde el Gobierno “esté de espaldas a la Constitución Dominicana y sea contraria a la jurisprudencia emitida por el sistema interamericano de derechos humanos sobre temas similares”.

Expuso que la disposición legislativa divide en dos grandes grupos el problema, el A, que son los inscritos en el registro civil dominicano a los cuales la ley ordena el registro, transcripción y entrega de sus documentos de identidad bajo un mismo libro y folio, y el B, a los cuales se les da opción de regularizarlos como extranjeros con la opción de naturalizarlos como dominicanos en un período de dos años.

Declaró que desde la emisión de dicha ley y su decreto 250-14 “observamos un conjunto de fallas y errores entre los que se resaltan el proceso de transcripción y registro del grupo A, lo que supone un sub-registro, además de que propicia el letargo de las soluciones de los casos”.

Sostuvo que también hay problemas con el período de identificación de los posibles casos fraudulentos, puesto que al momento de ser llevados a los tribunales y despojar a una persona de la identidad y nacionalidad, no hay una alternativa de documentación.

Indicó que el plazo que otorga la ley para trabajar con los dos grupos no es suficiente para e procedimiento que manda esta misma legislación.

Respecto al grupo A, Morón alegó que la Junta Central Electoral ha dado respuesta sobre la situación específica de 14,300 casos para un total de 60,000 que supuestamente son los beneficiarios de esta ley, pero “la respuesta no ha sido lo suficientemente clara”.

“En principio se publicó en un periódico de circulación nacional 1,300 casos los cuales en su mayoría estaban supuestamente registrados y transcritos, pero en la práctica los beneficiarios, al momento de solicitar sus documentos, continúan sufriendo la negación de los mismos”, enfatizó.

Declaró que otro grupo está recibiendo actas transcritas en un registro especial, el cual lleva un número de folio, libro o registrito diferente al acta de nacimiento inicial. A su juicio, esto supone la creación de un sub registro y viola la propia ley 169-13.

Indica que, por otro lado, la JCE ha publicado en un periódico de circulación interna un listado de 13,000 personas a las cuales invita a presentarse a entrevistas, pero la vía de comunicación utilizada por la entidad “no es la apropiada” ya que no garantiza que la convocatoria llegue a los interesados.

Dice que hay reportes procedentes de comunidades del interior, sobre casos de negación y suspensión de actas de nacimiento y cédulas de identidad y electoral así como demandas en nulidad para casos que incluso aparecen en la publicación antes mencionada como transcritos y regularizados”.

Señala que hay informes de que a distintos afectados de la negación, al momento de visitar la oficialía para solicitar su acta de nacimiento, les están entregando formularios y enviándolos a que sean regularizados.

“Se reportan casos en los que las personas se les entregan su acta de nacimiento y su cèdula de identidad, pero al momento de inscribir a sus hijos en el Registro Civil, ello se les niega, al igual que al al momento de solicitar pasaporte”, agrega.

Funcionario pone en entredicho

El viceministro del Interior, Luis Fernández, luego de poner en entredicho las declaraciones de las dirigentes del MUDHA, sostuvo que el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros en Situación Migratoria Irregular ha marchado en forma exitosa y con evaluaciones periòdicas de las tareas realizadas.

“En la actualidad, después de cuatro meses y 13 días de haberse iniciado el proceso, se han aperturado 24 centros de regularización, equivalentes al 66 por ciento del total de centros y han iniciado sus labores 316 empleados equivalentes al 63 por ciento del total”, dijo.

Declaró que han sido registrados 77,315 extranjeros, de los cuales 75,984 tienen un registro biométrico, lo que representa –según dijo- el 98% del total, lo que ha sobrepasado las expectativas iniciales.

Dijo que un dato a destacar es que del total de 77,315, hay 61,329 personas que presentaron documentos de identidad, lo que representa un 80% y el 20% restante corresponde a los que no han presentado documento de identidad.

Historiógrafo Manuel Núñez

El historiógrafo Manuel Núñez habló sobre los trastornos que genera a la República Dominicana la creciente inmigración ilegal haitiana.

Dijo que este problema es similar al que registra una persona generosa en cuya casa ha ingresado un vecino que comienza a usar su botiquín, su jardín, su despensa y su chofer. Llega un momento en que el vecino se convierte en un problema mayúsculo, por lo que el propietario de la casa le pide formalmente que se marche para él reorganizarla. El vecino le sugiere entonces que negocien, a lo que el propietario le responde categóricamente que no hay nada que negociar y que la única salida que tiene es la de marcharse.