La primera operación tuvo lugar el 22 de diciembre de 2012 |
NUEVA YORK.- Fueron detenidos siete personas que integraban la rama
estadounidense de un grupo internacional de piratas informáticos que usó datos
de tarjetas de débito para robar 45 millones de dólares.
Los acusados, junto con otra
persona ya fallecida, actuaban en concierto con otros grupos de más de veinte
países, y primero robaban los datos de las tarjetas magnéticas, junto con sus
claves de seguridad, y luego los distribuían por todo el mundo, según detalló
la fiscalía federal del distrito este de Nueva York en un comunicado.
Esos datos se incluían en
tarjetas de compra y posteriormente los grupos de cada país lanzaban lo que se
denomina "operaciones ilimitadas", durante las cuales sacaban dinero
de numerosos cajeros automáticos durante varias horas.
La primera operación tuvo lugar
el 22 de diciembre de 2012, cuando la red obtuvo unos 5 millones de dólares
extraídos ilegalmente en 4.500 operaciones ilegales de cajeros automáticos
realizadas en una veintena de países.
En esa acción, se emplearon datos
de tarjetas propagadas del banco Rakbank, de los Emiratos Árabes Unidos.
La segunda operación, más amplia,
ocurrió el 20 de febrero pasado, cuando se falsificaron datos de tarjetas de
débito prepagadas del Banco de Mascate (Omán) y, en un período de diez horas,
se realizaron unas 36.000 operaciones de cajero automático en 24 países, con el
resultado de unos 40 millones de dólares robados.
Solo en Nueva York, esta segunda
operación implicó casi 3.000 operaciones de cajeros automáticos, con 2,4
millones extraídos ilegalmente.
El responsable de la célula de
Nueva York era Alberto Yusi Lajud-Peña, de 23 años, quien fue asesinado el
pasado 27 de abril en la República Dominicana, añadió la fiscalía federal en la
nota.
Los demás detenidos son Jael
Mejía Collado, Joan Luis Minier Lara, Evan José Peña, José Familia Reyes, Elvis
Rafael Rodríguez, Emir Yasser Yeje y Chung Yu-Holguín, todos de República
Dominicana, residentes en Yonkers (Nueva York) y de entre 22 y 35 años de edad.
Fueron acusados de tres cargos de
lavado de dinero y uno de fraude, y si fueran declarados culpables de todos
ellos podrían ser condenados a un máximo de 37,5 años de prisión.
A los detenidos se les
confiscaron automóviles y artículos de lujo, así como decenas de miles de
dinero en metálico.
La acusación fue anunciada en una
conferencia de prensa por la fiscal Loretta Lynch, quien destacó que los
detenidos formaban parte de una organización global que, "en lugar de
máscaras y pistolas, usaba ordenadores portátiles e internet".
Esta fiscalía cooperó con las
autoridades de 16 países, entre ellos España, México y República Dominicana, en
esta investigación.
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