Francisco I y Benedicto XVI |
Por primera vez en al menos seis siglos un Papa ha almorzado con su
predecesor al frente de la Iglesia católica. El papa Francisco, elegido
pontífice el pasado día 13, y el papa emérito Benedicto XVI, que renunció dos
semanas antes, se han fundido en un abrazo cuando se han encontrado en la
residencia de Castel Gandolfo, donde se instaló temporalmente el pontífice
emérito al abandonar el papado el 28 de febrero pasado.
El portavoz vaticano, Federico Lombardi, ha ofrecido algunos detalles
del histórico encuentro. Contó que, tras saludarse en el helipuerto de la residencia pontificia -Jorge Bergoglio
voló desde el Vaticano en helicóptero- y ya en la residencia papal, Francisco y
Benedicto XVI se dirigieron a la capilla para rezar juntos.
Los dos vestían de blanco. Benedicto XVI con una sencilla sotana
blanca y Francisco con otra también blanca, pero con la esclavina y la faja que
llevan los pontífices.
Tras el rezo, se reunieron a solas en la biblioteca privada, donde
hablaron durante 45 minutos para pasar después al almuerzo.
Se trata del primer encuentro entre Francisco y Benedicto XVI tras la
elección del nuevo papa, aunque ya han hablado por teléfono en varias ocasiones
en estos diez días.
Ya en su primeras palabras tras ser elegido por los cardenales en un
cónclave breve, Bergoglio recordó a su predecesor -el primero en seis siglos
que, para sorpresa general, renunciaba al pontificado- desde el balcón cuando
saludo por primera vez a los miles de fieles, curiosos y periodistas reunidos
en la plaza de San Pedro.
En estos días, el papa Francisco ha dedicado palabras de afecto a
Joseph Ratzinger en todos los discursos que ha pronunciado; siempre le denomina
"mi predecesor, el querido y venerado papa Benedicto XVI".
En aquella primera aparición en el balcón de la logia central de la
basílica de San Pedro pidió a sus correligionarios: "Recemos por nuestro
obispo emérito Benedicto XVI. Recemos todos juntos por él, para que el Señor lo
bendiga y la Virgen lo custodie".
En la audiencia que concedió a los cardenales dos días después de que
lo eligieran como líder de la Iglesia católica y sus 1.100 millones de fieles,
el argentino Bergoglio subrayó que Benedicto XVI "ha enriquecido la
Iglesia con su magisterio de fe, humildad y docilidad" y destacó su
"gesto valeroso y humilde" al renunciar al pontificado.
También durante el encuentro que mantuvo el día 16 con los periodistas
de todo el mundo que siguieron el cónclave tuvo palabras de recuerdo para
Benedicto XVI, y el pasado día 19, día de san José, durante la misa de inicio
de pontificado dijo que era una coincidencia "muy rica de
significado" que fuese la onomástica de su "venerado predecesor, al
que estamos cercanos con la oración, llenos de afecto y gratitud".
Benedicto XVI, de casi 86 años, se encuentra en Castel Gandolfo, a la
espera de que se terminen las obras de reforma del monasterio en el interior de
los jardines vaticanos donde se instalará definitivamente.
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