En agosto de 1994 salió al mercado en Estados Unidos el primer teléfono móvil que además de hacer llamadas prestaba servicios propios de una computadora.
"Tenía un calendario, una función para tomar notas, mandar e-mails y mensajes, todo esto combinado con un teléfono celular", describe Charlotte Connelly, curadora del Museo de Ciencia de Londres, que pronto incluirá un modelo original en su nueva galería sobre la Era de la Información.Se llamaba IBM Simon Personal Communicator y, aunque en aquel entonces no se publicitó como un teléfono inteligente, ofrecía muchas de las funciones que hoy encontramos en los celulares de última generación.
Hoy tiene el aspecto de un ladrillo pero este pionero celular que también podía conectarse a un fax es uno de los grandes predecesores de los teléfonos inteligentes actuales.
Con sus 500 gramos, el IBM Simon no era precisamente un peso pluma. Sin embargo, Connelly insiste en que su diseño era de vanguardia.
"Tenía un stylus (lápiz digital) y una pantalla LCD de un tamaño similar a la del iPhone 4. De hecho, no se ve nada mal", añadió.
No apto para bolsillos
Pero el IBM Simon ni cabía en el bolsillo ni estaba al alcance de cualquiera. Sólo se lanzó en Estados Unidos, donde se vendieron unos 50.000 ejemplares.
El celular se volvió popular entre los empresarios que ansiaban tener un teléfono portátil que también pudiera hacer las veces de mini computadora.
Pero su precio elevado y la limitada duración de su batería contribuyeron a su pronta desaparición del mercado, apenas dos años después de su lanzamiento.
“La batería sólo duraba una hora, el celular costaba US$899 y no había conexión portátil a internet en aquel entonces. Así que no tuvo mucho éxito”, explicó Connelly.
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