Por MARINO BAEZ
El autor es Periodista y vive en Bonao |
Monseñor Nouel está entre las provincias del país con más hechos de violencia, de acuerdo con el último informe del Ministerio de Interior y Policía, lo que llama bastante a preocupación, visto que generalmente los asesinatos registrados por atracos y asaltos, donde mueren algunos hijos de Machepa, generalmente quedan impune, porque la policía y las autoridades judiciales no investigan con profundidad.
Por tan sólo citar algunos casos que han quedado impune, hace unos meses se produjo un asalto a un vehículo propiedad de Cigar Family, donde los ladrones cargaron con cientos de miles de pesos y las autoridades no ha respondido contundentemente. Por suerte que no hubo muertos ni heridos.
El pasado fin de semana, asaltaron por segunda ocasión un minibús de la misma empresa, donde dos guardianes de seguridad fueron asesinados a tiros y un tercero se debate entre la vida y la muerte, a quienes les sustrajeron más de medio millón de pesos en la comunidad de Caribe y la policía de Bonao no tiene información del asalto.
Además de la poca atención de las autoridades a los hechos de violencia registrados en la provincia, también es una irresponsabilidad de los propietarios de la empresa de la Tabacalera la Fuente, poner en peligro las vidas de humildes padres de familia con el pago en efectivo, cuando existen otros métodos para que sus empleados puedan cobrar el salario semanal.
¿En poder de quién es que estamos sustentando la seguridad de los ciudadanos? ¿Es que no hay autoridad para enfrentar los delincuentes? ¿Es que los delincuentes son los propios policías? ¿Es que la complicidad judicial no permite que se aplique con gallardía la ley?
No hay preguntas sin respuestas, por tanto, está en manos de las autoridades de la provincia Monseñor Nouel, responder a las anteriores interrogantes, ya que la gente se siente cohibida de salir a las calles por falta de protección y seguridad.
En un país de cómplices y bandidos, donde no hay garantía para el ciudadano, donde convierten en dulce la cocaína y la marihuana, donde no hay garantía de trabajo para quienes se esfuerzan por prepararse profesionalmente, es muy difícil combatir la violencia, en adición, a que los primeros en incursionar en esta tropelía son los propios gobernantes, bajo el manto protector de la impunidad.
Creo que somos el único país en el mundo, donde el propio Ministerio de Interior y Policia, señala a Monseñor Noel entre los pueblos con más violencia y es el primero que no busca alternativas que coadyuven a reducir los hechos que diariamente se registran y que en ocasiones son provocados por la propia policía.
Hay familias en Monseñor Nouel que se han pasado toda una vida trabajando para ver crecer sus empresas o se pasan años en Estados Unidos laborando hasta 16 horas para traer dólares a su país y grupos de asaltantes y atracadores lo esperan en los aeropuertos, principalmente en el de Santiago, para perseguirlos y sustraerles sus pertenencias, como sucedió con la Capitana, hija de un prolegómeno médico y una destacada empresaria de Bonao, que se dedica a asaltar y asesinar personas.
Supuestamente, a esta jovencita le ocuparon un arsenal de armas y dinero en efectivo, sin embargo, por ser hija de Papi y Mami, ya le otorgaron una medida de coerción y se pasea por las calles de Bonao, como si no tuviera cuentas pendientes con la justicia, mientras varias personas fueron victima de ella y su secuela de asaltantes.
Pese a que las autoridades gubernamentales se hacen los sordos ante la grave situación que embarga a la provincia, sería interesante que hablen menos y hagan más por el bienestar y el control de la violencia, de lo contrario, en vez de ser la ciudad de Dios, nos convertiremos en una provincia guiada por el género de la violencia y encharcada en un potrero de sangre.
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