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El autor es Periodista, Postgrado en RRPP Vive en Bonao |
Por MARINO BAEZ
decaraalsol.net@gmail.com
“Lo que
está a la moda, no incomoda”, todos quieren promoverse políticamente, darse a
conocer en el mundo de los trotamundos, buscarse un dinerito a través de
Organismos Internacionales, proyectar la imagen que no poseen en los medios de comunicación
y servir de voceros de quienes promueven el desempleo, la violencia y la
inestabilidad económica de los pueblos. Es la razón sinequanon por la que están
contra la explotación de Loma Miranda.
Los
pronunciamientos contra de este proyecto de desarrollo sostenible ha llegado
tan lejos, que personas ubicadas en los más recónditos lugares de la geografía dominicana,
aun desconociendo la importancia de la minería y los aportes continuos a la
sociedad, lo han tomado como una moda, a pesar de no tener el más mínimo concepto
sapiencial y significativos de la historia minera dominicana.
Mientras
un grupo de trogloditas se pronuncia en contra, muchas veces azuzando palabras
mendaces, hacen marchas generando violencia y provocando, presionando y chantajeando,
cientos de hombres y mujeres añoran la esperanza de recuperar su empleo que les
fue arrebatado de golpe y porrazos.
“Los pueblos
que no recuerdan su historia están supeditados a repetirla”, es la causa por la
cual la proyección de la República Dominicana es un barco a la deriva, dirigido
por políticos e instituciones, que en vez de promover el incremento del empleo
y la estabilidad económica, utilizan como carne de cañón cualquier festín para
proyectarse políticamente, aunque al final del camino le cueste una piñata. O
sea, lo que vale es el presente, aunque el futuro les afecte sus intereses.
Hace
unos dias me reencontré con un amigo,
residente en la zona de Boca de Yuma, por la provincia de Higuey y cuando
avanzamos la conversación, me preguntó, ¿Qué tu consideras de Loma Miranda? y respondí,
“entiendo es un proyecto beneficioso para el desarrollo de la provincia Monseñor
Nouel y el país”. Sin mediar palabras el
amigo respondió negativamente y le pregunté ¿usted conoce Loma Miranda? ¿Sabes
donde está?, pues me respondió negativamente.
La campaña
mediática contra la explotación de esta mina ha llegado tan lejos que hasta los
que no saben opinan negativamente, debido a la proyección puesta de manifiesto
por la aves de carroñas que pululan en todos los extremos y en busca de
satisfacer sus necesidades mediante engañifas y de la manera más fácil y
temerosa.
“Para
hablar mentiras y comer pescado hay que tener mucho cuidado”, decía el
honorable y erudito de la literatura, el profesor Juan Bosch, por lo que Dios tendrá
que pasarle factura a algunos simplistas con sotanas pertenecientes a la
iglesia católica, que han considerado “Loma Miranda como una moda”, cuando
debieran predicar con el ejemplo promoviendo el empleo digno y el desarrollo económico
de los pueblos, sin convertirse en cómplices del troglodismo político y ambientalistas
de pacotilla.
Mientras
una minoría habla en contra de Miranda, miles de ciudadanos abrigan la
esperanza de recuperar su estabilidad económica, a través del trabajo y decenas
de empresarios y comerciantes ven reducir sus ingresos, mientras se deja de
percibir recursos, por concepto del pago de los impuestos establecidos.
Es hora
de que el Gobierno le ponga el cascabel al Gato, respondiendo contundentemente
a quienes han hecho de Miranda una moda para mentir y apruebe de inmediato su explotación.
El autor
es Periodista
Vive
en Bonao
Marzo 6,
2014
+ comentarios + 1 comentarios
Desde que tengo uso de razón estoy escuchando la palabra mina, pero resulta, que gran parte de los ciudadanos son tan "patriótico", como para dolerle tanto la explotación de Loma Miranda.
Eso está como raro, cuanto defensores han aparecido en salvación de esta selva de país.
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