Venezuela.- San Cristóbal, capital del estado Táchira en Venezuela y bastión del antichavismo, se despertó de una noche donde muy pocos durmieron. Daniel Tinoco, líder estudiantil de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (Unet), murió tras recibir un balazo en el pecho. Un nuevo crimen de los “colectivos” revolucionarios, las brigadas de choque del chavismo que actúan con total impunidad, que dejaron varios heridos y una estela de terror tras varias horas de operación.
Tinoco fue uno de los estudiantes atrincherados durante semanas en la Avenida Carabobo, donde los rebeldes usan un antiguo tanque decorativo como barricada. Allí viven, duermen y tiran piedras cuando la Guardia Nacional y el Ejército intentan derribar sus barricadas. Reciben comida y atenciones de los vecinos, también de comerciantes.
“Violencia y represión en Táchira son la política del Gobierno, el aparato represor oficial es la Guardia Nacional, y el paramilitar los colectivos armados”, acusó Daniel Ceballos, alcalde de la ciudad y dirigente de Voluntad Popular, el partido de Leopoldo López. El edil también aportó que los “colectivos” revolucionarios que emboscaron las posiciones estudiantiles son los mismos que sembraron el terror hace una semana en Torbes. En ese municipio tachirense, cercano a la frontera con Colombia, el equipo periodístico de Televisión Española fue robado y amenazado por los mismos paramilitares chavistas.
Compañeros de Tinoco advirtieron a través de las redes sociales que algunos de los atacantes de anoche se ocultaban en ambulancias para traspasar las barricadas. Esta información no pudo ser confirmada por fuentes independientes. “Las víctimas de la actuación del paramilitarismo tiene un autor intelectual: Nicolás Maduro (presidente de Venezuela). Investigación y castigo”, disparó vía twitter Marino Alvarado, dirigente de Provea, organización de derechos humanos de corte progresista.
El primer mandatario ordenó la semana pasada a las Unidades de Batalla Hugo Chávez y a los “colectivos” actuar contra barricadas y guarimbas: “Candelita que se prenda, candelita que se apaga”. Maduro ha insistido una y otra vez que no acepta la “campaña de demonización de los colectivos”, a quienes considera unos virtuosos de la revolución. “Mientras él duerme todas las noches como un niño, asesinan a muchos venezolanos. El país, cada día peor. ¡Responsable de la debacle!”, protestó Henrique Capriles utilizando una de las frases más polémicas de Maduro durante su entrevista con la CN
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