Los venezolanos que se oponen al gobierno de Nicolás Maduro sienten que el país está en un "apagón informativo" y recurren a las redes sociales para buscar y compartir la información que aseguran que los grandes medios no están mostrando.
Pero hasta Twitter, que para los detractores del gobierno se ha convertido en una vía de escape, tiene limitaciones, como demuestra los problemas en el despliegue de fotos y video que muchos de los usuarios empezaron a notar el miércoles tras la marcha estudiantil en Caracas que terminó con tres muertos, decenas de heridos y de detenidos.
Este viernes la empresa de microblogs confirmó que estaba teniendo problemas con los usuarios venezolanos y responsabilizó a la estatal Compañía Anónima Teléfonos de Venezuela (Cantv).clic
"Puedo confirmar que las imágenes de Twitter están siendo bloqueadas en Venezuela. Creemos que es el gobierno el que las bloquea", respondió en un correo electrónico a BBC Mundo, Un Wexler, portavoz de la empresa.
Los afectados han afirmado que el problema se produce exclusivamente en conexiones establecidas a través del servicio de internet de Cantv, pero la telefónica venezolana desmintió que esté involucrada en la falla.
Sin ventana
A los usuarios de Twitter en Venezuela les preocupa la posibilidad de quedarse sin una ventana a la cual asomarse, aunque sea esa, de las redes sociales, que los dejan expuestos a rumores y mucha desinformación.
"Yo he estado pegada a Twitter y a Facebook, porque si es por la televisión no me entero de nada", dijo a BBC Mundo desde Caracas una relacionista pública que no pudo participar en la movilización del miércoles pero que quería enterarse de lo que estaba pasando.
Al igual que ella, ese día muchos simpatizantes de la oposición se percataron de que en el resto de Venezuela pocos supieron que estaban en las calles por los medios tradicionales.
En los quince años de movilización política permanente que ha significado la llamada revolución bolivariana, la oposición se había acostumbrado a contar con la cobertura de sus eventos, al punto que el gobierno acusaba a los medios de ser partidos políticos.
Pero esa cobertura ya no está garantizada, en una dinámica que se viene observando desde hace un tiempo y que algunos achacan a un ejercicio editorial más responsable por parte de la prensa y otros a la censura (o autocensura) de los medios por el efecto de leyes excesivamente discrecionales.
Primer apagón
No es la primera vez que los medios venezolanos son acusados de ocultar información. En los días del 11,12 y 13 de abril de 2002, cuando un intento de golpe de estado sacó al presidente Hugo Chávez del poder, los principales canales privados de TV, radios y periódicos no reflejaron las protestas de los chavistas que exigían la reinstauración del gobierno.
Pero el paisaje mediático venezolano ha cambiado mucho. En 2008 Radio Caracas Televisión, hasta entonces el principal canal del país, cesó transmisiones luego de que Chávez anunciara que no se le renovaría la cincuentenaria licencia de operación, acusando a sus directivos de haber instigado aquel golpe.
Al año siguiente, una treintena de radios comerciales fueron cerradas, entre ellas varias que se enfrentaban al gobierno. Muchas de sus frecuencias fueron ocupadas por emisoras "neutrales" o afines al sector oficial y ninguna con estilo informativo.
Ya desde poco después de los eventos del 2002, las otras grandes cadenas, Venevisión y Televen, asumieron posiciones "neutrales" reduciendo sus espacios informativos y desincorporando a periodistas de alto perfil.
Pero lo que dejó en el desamparo comunicacional a los opositores fue cuando en 2013 el canal de noticias Globovisión cambio de manos y su política editorial se hizo menos virulenta contra el gobierno.
Nuevas formas de censura
Todos estos ejemplos han sido aleccionadores para el sector, dicen los que aseguran que en los últimos tiempos los medios de comunicación se han venido "autocensurando", temerosos de las potenciales sanciones que contempla la ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medio Electrónicos o Ley Resorte.
Tras dos semanas de movilizaciones estudiantiles y en víspera de la manifestación del 12 de febrero, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) exhortó a los medios a cumplir con el artículo 27 de la ley que prohíbe que se haga apología del odio y la violencia.
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