El Foro por un Estado Laico “Eugenio María de Hostos” demandó a las autoridades judiciales dominicanas poner fin de una vez por todas a la impunidad de que históricamente han disfrutado los curas pedófilos y los obispos que los protegen.
“Las graves acusaciones de los últimos días, particularmente las referidas al sacerdote Wojciech Gil (Alberto) y el nuncio papal Josef Wesolowski, confirman las denuncias de las asociaciones de víctimas de abuso clerical a nivel internacional en el sentido de que las condenas de estos crímenes por los últimos papas y la recién promulgada reforma del Código Penal del Vaticano son más que nada un ejercicio de relaciones públicas dirigido a tranquilizar la opinión pública internacional y, sobre todo, a detener el éxodo de creyentes católicos del seno de la Iglesia”, dijo.
Denunció que la jerarquía católica persiste en “el tradicional encubrimiento” y maneja con “irresponsabilidad criminal” los casos de pederastia sacerdotal.
La organización se solidarizó con las víctimas “y con el dolor de tantas familias cuyos niños, niñas, o adolescentes han sido traumatizados por el abuso sexual clerical” y pidió poner fin al “anacrónico Concordato, que entorpece el funcionamiento de la justicia en el país y que perpetúa privilegios odiosos e inconstitucionales”.
Manifestó que el hecho mismo de que empiecen a salir a la luz pública los casos de pedofilia sacerdotal son una muestra de que la sociedad dominicana está cada vez menos dispuesta a tolerar los abusos de poder de la Iglesia.
“Basta de hipocresías jurídicas, políticas y clericales. Si de verdad quieren poner fin a los abusos sexuales de religiosos hay que empezar por aplicar las leyes, tanto contra los agresores sexuales como contra las autoridades civiles y eclesiásticas que encubren a los culpables”, señaló el Foro en un comunicado.
Para la entidad los reportajes periodísticos recientes y las declaraciones de monseñor Agripino Núñez Collado diciendo que la Santa Sede daría un castigo ejemplar a Wesolowski y calificando de imperdonables los casos de pederastia, confirman que las autoridades católicas persisten en su tradicional encubrimiento de los curas pedófilos, tomando medidas que, en lugar de auxiliar a las autoridades estatales en el apresamiento de estos, tienen el propósito de ayudarlos a evadir la justicia.
“El obispo santiagués declaró tranquilamente que el cura Wojciech fue expulsado de la Iglesia justo antes de su huida a Polonia y que el nuncio Wesolowski fue destituido y sacado del país por las autoridades eclesiásticas días antes de que se hicieran públicas las denuncias en su contra”, detalló.
Criticó que el Arzobispado de Santo Domingo ofreciera ayer una rueda de prensa cuyo objetivo principal parece haber sido negar la veracidad de las acusaciones, atribuyéndolas a intereses malsanos dentro de los medios de comunicación y de paso desautorizando las declaraciones de Núñez Collado.
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