Decenas de miles de personas manifestaron en las mayores ciudades de Brasil
el lunes por temas diversos como el precio del transporte público y los costos
del Mundial de fútbol 2014, en una de las mayores olas de protestas que el país
vive en años.
Las manifestaciones fueron convocadas con consignas pacíficas pero en Río
de Janeiro, Belo Horizonte y otras ciudades derivaron en incidentes y
enfrentamientos de grupos de activistas con la policía.
En la capital Brasilia manifestantes treparon al techo del Congreso y en
Río una parte menor de los cerca de 100 mil que marcharon por el centro de la
ciudad atacaron la Asamblea Legislativa estatal.
Muchos también reclamaron contra la represión policial que marcó una
protesta en Sao Paulo el jueves, lo que movilizó a más jóvenes en las calles.
"El hecho de que la policía militar reprimió a la gente también
inflamó mucho", dijo Lorenzo Saraiva, un estudiante de ciencias de la
computación de 20 años que asistió a su primera protesta en Río.
"Legítimas"
La serie de protestas en Brasil que había comenzado en Sao Paulo por un
aumento en la tarifa del autobús parece haberse vuelto un reto para las
autoridades, poco habituadas a este tipo de manifestaciones según expertos.
El sitio web de noticias G1 del grupo Globo calculó que unas 250 mil
personas salieron a las calles de varias ciudades brasileñas.
Las protestas han sido impulsadas por jóvenes estudiantes a través de redes
sociales y un movimiento denominado Pase Libre, pero carecen de liderazgos
definidos o de identificación con partidos políticos.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se refirió el lunes por primera
vez al fenómeno y señaló, a través de un comunicado, que "las
manifestaciones pacíficas son legítimas y son propias de la democracia".
Además de protestar por costo del transporte y los recursos públicos
destinados a obras el Mundial, los manifestantes reclaman mejoras en la
educación y la salud, y demandan acabar con la corrupción.
"Sin violencia" y "el pueblo se despertó" son algunos
de los eslóganes entonados por los jóvenes en las marchas.
Incidentes
Organizadores de las protestas han intentado evitar los actos de violencia
y vandalismo, pero a veces no lo han conseguido.
Este lunes, en una marcha en Belo Horizonte que reunió cerca de 20 mil
personas según medios locales, la policía utilizó gases lacrimógenos y balas de
goma para evitar que manifestantes se acercaran al estadio mundialista
Mineirao.
En Porto Alegre también hubo enfrentamientos entre policías y
manifestantes, con gases lacrimógenos y balas de goma lanzadas en el centro de
la ciudad tras una marcha que congregó más de 10 mil personas.
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