En prácticamente todas las listas
divulgadas por la prensa especializada con los probables favoritos para suceder
a Benedicto XVI está el brasileño Odilo Scherer, arzobispo de Sao Paulo.
Para muchos, un brasileño nunca
había estado tan cerca de convertirse en líder de la Iglesia Católica.
Ha habido momentos en la historia
reciente de la iglesia en la que se hablaba de un obispo brasileño como
probable Sumo Pontífice, como en el caso de Lucas Moreira Neves, uno de los
grandes “papables” en la década del noventa.
Cercano a Juan Pablo II, Moreira
Neves estuvo a cargo de la Congregación para los Obispos, y parecía reunir las
cualidades necesarias para acceder al cargo.
Pero murió de complicaciones por
una diabetes en 2002, tres años antes del cónclave que eligió a Benedicto XVI.
Esta vez Scherer parece ser un
candidato que está en el momento adecuado en el lugar correcto al reunir una
serie de cualidades importantes en medio de la particular situación que vive la
Iglesia.
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