La comunicación entre flores y abejas estaría
determinada por impulsos eléctricos. El método de comunicación de las flores
para "vender" su polen a las abejas y lograr así su reproducción no
tiene nada que envidiarle a las grandes campañas de publicidad.
El equivalente a lo que en el
mundo humano sería un "letrero de neón", las flores emiten señales
eléctricas que comunican información al insecto polinizador, según un estudio
de investigadores de la Universidad de Bristol, publicado por Science Express.
Como en toda campaña
publicitaria, el letrero funciona en conjunto con otras medidas, que en el caso
de las flores serían su gama de colores brillantes, diseños y olores atractivos
para las abejas.
Pero, ¿qué hace que en un campo
de flores prácticamente idénticas las abejas se posen sobre unas y no sobre
otras?
"El color, la textura, la
fragancia son sólo algunos canales. Las flores no pueden moverse, pero
necesitan asegurarse de que intercambiarán su polen y para eso necesitan a los
insectos", le explica a BBC Mundo el profesor Daniel Robert, líder de la
investigación.
Los polinizadores más populares
son las abejas.Y en esta transacción por la preservación, las flores
"recompensan" a sus traders de polen. Sin embargo, esta transacción
no sería posible sin un intercambio de información.
Mediante la colocación de electrodos
en los tallos de petunias, los investigadores demostraron que cuando una abeja
se posa sobre ella, el potencial eléctrico de la flor cambia y permanece así
durante varios minutos.
Generalmente, las plantas
contienen cargas eléctricas negativas, con campos eléctricos débiles. Los
insectos que vuelan, en cambio, adquieren una carga positiva mientras se
movilizan por el aire.
"Las abejas aprenden rápido.
Si se posan constantemente en una flor y no obtienen lo que quieren la
descartarán a futuro. Por eso es importante para las flores no realizar
'publicidad engañosa' y alertar a sus abejas si el néctar se les acabó.
Básicamente, 'vuelva más tarde'"
Cuando una abeja se acerca a una
flor, la pequeña descarga eléctrica puede transmitir información valiosa, como
que otra abeja los visitó recientemente, lo que evita que el insecto
"pierda tiempo", según el estudio.
"Las abejas aprenden rápido.
Si se posan constantemente en una flor y no obtienen lo que quieren la
descartarán a futuro. Por eso es importante para las flores no realizar
'publicidad engañosa' y alertar a sus abejas si el néctar se les acabó.
Básicamente, 'vuelva más tarde'", le explica Robert a BBC Mundo.
Los investigadores descubrieron
que los abejorros, además, pueden detectar y distinguir entre los diferentes
campos eléctricos florales.
"Este nuevo canal de
comunicación pone de manifiesto cómo las flores potencialmente pueden informar
a sus polinizadores de manera honesta sobre el estado de su precioso néctar y
sus reservas de polen", dijo la doctora Heather Whitney, coautora del
estudio.
Además, los científicos
sometieron a las abejas a un test de aprendizaje y se dieron cuenta de que los
insectos eran más rápidos en distinguir la diferencia entre dos colores cuando
las señales eléctricas también estaban disponibles. Lo que el estudio no
resuelve aun es cómo las abejas detectan los campos eléctricos.
Sin embargo, los investigadores
especulan que los abejorros peludos perciben la fuerza electrostática de manera
parecida a como el pelo de un humano sería atraído por la pantalla de un
televisor antiguo.
La segunda parte de la
investigación, que ahora empieza a desarrollarse, estudiará cómo es que los
insectos detectan los campos eléctricos.
"Las abejas son los
polinizadores más comunes. Pero no hay nada que nos indique que otros insectos
que se muevan en el aire no puedan recibir este tipo de impulso", le
cuenta Robert a BBC Mundo.
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