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En lugar de ser asumido como
instrumento para procurar la sanción de los responsables del déficit de más de
doscientos mil millones dejado por el último gobierno de Leonel Fernández, el
informe rendido al respecto por la comisión técnica nombrada por el Consejo
Económico y Social (CES) será convertido por decisión expresa de monseñor
Agripino Núñez Collado en un simple documento interno que solo servirá para
labores de “monitoreo y seguimiento” de los objetivos de la Ley de Estrategia
Nacional de Desarrollo 2030.
Así lo confirma la comunicación
de fecha 4 de enero de este 2013, enviada por Núñez Collado, presidente del
CES, al coordinador de dicha comisión, Francisco Álvarez Valdez. En la carta se
comunica que el informe tendrá valor de “documento interno del Consejo
Económico y Social, que sirve y servirá de insumo válido para las labores del
monitoreo y seguimiento de los objetivos y las líneas de acción establecidos
por la Ley 01-12 de Estrategia Nacional de Desarrollo 2030”.
Este informe Déficit fiscal en el
año 2012: monto, causas y evaluación con respecto al ordenamiento jurídico fue
entregado a Núñez Collado el 22 de noviembre de 2012, tal como consta en la
comunicación enviada por Álvarez Valdez. De conformidad con el decreto 113-05
que crea el Consejo Económico y Social, las conclusiones sobre cualquier tema
de interés nacional a las que se arribe deben ser dadas a conocer al pleno.
En esa reunión, la última
realizada por el pleno del CES, algunos de sus miembros solicitaron copia del
informe. La respuesta fue que antes de entregarlas la Comisión Ejecutiva lo
estudiaría para, de ser necesario, pedir explicaciones adicionales a sus
redactores, lo que no ha ocurrido hasta hoy.
La inexplicada decisión de Núñez
Collado de guardar el documento y no someterlo al pleno, en aparente evitación
intencionada de que se airaran públicamente las responsabilidades penales del ex
presidente Leonel Fernández, fue lo que impulsó a Participación Ciudadana a
presentar una querella en los tribunales contra los responsables del déficit
fiscal.
“Queremos identificar los
responsables del déficit fiscal porque son los responsables de la crisis
económica que estamos padeciendo”, dijo recientemente Rosalía Sosa Pérez,
directora ejecutiva de la organización cívica, en el programa Líderes que
produce Orlando Jorge Mera.
¿Cuidando las espaldas de Fernández?
El 10 de octubre de 2012, en
medio del asombro social provocado por las revelaciones del gobierno del
presidente Danilo Medina sobre las dimensiones del déficit fiscal que le
heredara su antecesor –casi cuatro veces mayor que el provocado por la quiebra bancaria
de 2003— el CES decidió, a unanimidad, crear una comisión técnica para
identificar las causas que originaron el déficit y estudiarlas desde el punto
de vista jurídico. La propuesta fue hecha por Participación Ciudadana.
En esa reunión se decidió que
cada sector designara dos representantes en un plazo no mayor de dos días. Esto
sucedió un miércoles, y se esperaba que la comisión estuviera integrada por
todos sus miembros a más tardar el viernes 12, lo que fue cumplido por los
sectores social y laboral.
No es sino un mes más tarde, el
13 de noviembre, cuando Rafael Paz, director ejecutivo del CONEP, comunica la
designación de Bibiana Rivero, abogada, y Pilar Haché, economista, como
representantes de los empresarios en la comisión técnica.
La carta de Paz tiene
sin embargo un detalle que llama la atención: al referirse a los trabajos que
la comisión tiene encomendados, habla de la “realización del análisis de la
estructura legal y del sistema de gestión de las finanzas públicas con miras a
proponer correctivos a los fines de evitar posteriores desequilibrios en las
finanzas públicas”. Tres meses después, Núñez Collado esgrimirá estos mismos
argumentos para no presentar al pleno el informe resultante.
Pese a la ausencia de
representación empresarial, el informe elaborado es remitido a Núñez Collado,
en su condición de presidente del CES. Para sorpresa de los comisionados, la
agenda de la reunión celebrada el 27 de noviembre no incluye la discusión del
informe. En esta reunión, Julio Llibre, del sector empresarial, pregunta por
los trabajos de la comisión y Núñez Collado cede la palabra a Álvarez Valdez,
quien explica las razones por las cuales el CONEP no participó en los trabajos.
Rafael Paz, director ejecutivo del CONEP, no
guarda silencio. Para explicar la retracción de Rivero y Haché argumenta que el
coordinador de la comisión no dio un plazo razonable para la realización de los
trabajos, lo que obligó a la renuncia de las designadas.
Pero no se detiene
ahí. Opina que la designación de la comisión técnica había sido un error porque
distanciaba al gobierno del CES. Para Paz, añade la fuente, no había necesidad
de acelerar los resultados del análisis, argumento en el que parece subyacer la
verdadera razón de por qué el CONEP retrasó por un mes el nombramiento de sus
representantes: su desacuerdo con la creación de la comisión.
En esa reunión, la última
realizada por el pleno del CES, algunos de sus miembros solicitaron copia del
informe. La respuesta fue que antes de entregarlas la Comisión Ejecutiva lo
estudiaría para, de ser necesario, pedir explicaciones adicionales a sus
redactores, lo que no ha ocurrido hasta hoy.
Aspectos relevantes del informe
Según el análisis presentado por
los miembros de la comisión, durante los años 2006 y 2007 los gastos
gubernamentales crecieron a un ritmo similar al crecimiento de los ingresos,
con un déficit de apenas 0.1% del producto interno bruto (PIB) en 2006 e incluso un superávit de 0.3% del PIB en
2007.
No ocurre lo mismo –destacan-
durante el año 2008, cuando con un crecimiento del 5.1 %o en los ingresos, el
gasto se incrementó en 29.8 %
iniciándose así una carrera de déficits anuales continuos de alrededor del 3 % ciento del PIB en las
cuentas fiscales, lo que creó una situación sin precedentes en ese año.
“En suma, se puede observar que,
durante el período 2006-2012 se verificó un crecimiento promedio anual de 11.5%
en los ingresos, pero durante ese mismo período los gastos crecen a un promedio
anual de 25.0%. Es decir, que el incremento promedio anual de los gastos,
duplicó el crecimiento experimentado anualmente en los ingresos
gubernamentales. Y es esa la primera explicación del tamaño de la brecha fiscal
en que ha incurrido el gobierno”, afirman.
En 2012 el déficit se dispara a 187,000 millones, un 8 % del PIB,
aunque el Fondo Monetario Internacional lo sitúa en 8.5 %.
Las causas del extraordinario
déficit público del 2012 -cinco en total-, según la comisión técnica, han sido
reconocidas e identificadas por aquellos que tomaron la decisión de generarlo y
que incluye al ex presidente Leonel Fernández y al jefe de su equipo económico,
Temístocles Montás, quien continúa al frente de la cartera.
Los comisionados citan como
causas del déficit la disminución de los ingresos tributarios presupuestados,
el aumento del subsidio al sector eléctrico, el alza internacional del petróleo
que no fue transferida a los precios internos de los combustibles, transferencias
hechas al Banco Central para pagar los intereses del déficit cuasi fiscal, y
finalmente, el incremento del gasto de capital para terminar obras.
Artículos violados por Leonel Fernández y su gabinete
En lo que respecta a la
Constitución, el informe destaca que fueron violados artículos tales como el
236, que establece que “ninguna
erogación de fondos públicos será válida si no estuviera autorizada por la
ley”. Destacan al respecto que para la construcción de numerosas obras públicas
se erogaron fondos sin que estuviesen aprobados por la ley en ese momento.
Asimismo, se contravino el
artículo 247 que obliga al Contralor General de la República a autorizar las
órdenes de pago solo cuando se hayan cumplido los trámites legales y
administrativos. “Existen numerosos casos de obras no contempladas en el
presupuesto contra las cuales se libraron órdenes de pago aun antes de que
fuera aprobada la Ley de Presupuesto Complementario”, dice el informe.
Las causas del extraordinario
déficit público del 2012 -cinco en total-, según la comisión técnica, han sido
reconocidas e identificadas por aquellos que tomaron la decisión de generarlo y
que incluye al ex presidente Leonel Fernández y al jefe de su equipo económico,
Temístocles Montás, quien continúa al
frente de la cartera.
En lo que respecta al artículo 146 que proscribe la corrupción,
incluyendo las actuaciones de los funcionarios públicos de proporcionar
ventajas a sus asociados, familiares, allegados, amigos o relacionados, el informe
indica que, ”hubo un manejo ilegal del gasto público con la intención de
favorecer a sus compañeros de partido en las elecciones pasadas”.
Asimismo, se violó el artículo
238 que establece los criterios para la asignación del gasto público con la
decisión de finalizar obras que no estaban planificadas, pues no se contaba con
los recursos antes de que se aprobara la Ley de Presupuesto Complementario.
De la Ley Orgánica de Presupuesto
para el Sector Público No. 423-06, se infringió
el artículo 11 que contiene los principios que rigen el presupuesto,
admitido tanto por el ex presidente Leonel Fernández, como por su ministro de
Economía, cuando dijeron que el presupuesto del 2012 no incluyó las partidas
completas que conllevaba mantener el subsidio eléctrico y que se hizo de esta
manera para evitar dificultades con el FMI.
“El principio de transparencia
también ha sido violado como ha corroborado el FMI en su comunicado del 18 de
noviembre, cuando exhortó a las autoridades a mejorar la transparencia de las
operaciones del sector público, y en particular, comunicar sus planes de
políticas presupuestarias y publicar regularmente, los informes sobre su ejecución. Es oportuno
señalar que esos informes son ordenados por la ley”, dicen los miembros de la
Comisión Técnica”, añade.
El informe aclara que el artículo 44 de la Ley Orgánica de Presupuesto
establece que no se puede gastar lo que no ha ingresado, y es la disposición clave sin cuyo respeto es
imposible evitar los déficits no contemplados en el presupuesto, y “por lo menos hasta agosto se estuvo gastando
más dinero del que ingresaba”.
Asimismo,
el artículo 8, literal m), que obliga al director general de Presupuesto a
elaborar y publicar informes periódicos y anuales de la ejecución física y
financiera del presupuesto, “no existen o no fueron publicados, impidiendo que
el país se percatara oportunamente del incremento del gasto público fuera del
presupuesto”.
Destacan la transgresión al
artículo 47 por parte de varias dependencias –y de manera muy particular por el
Ministerio de Obras Públicas y la OISOE al comprometer el gasto público al
margen de la cuota periódica que les correspondía- que dispone que “ninguno de los organismos
incluidos en el régimen de programación periódica de la ejecución del
presupuesto podrá comprometer gastos, si previamente no ha recibido la
respectiva cuota periódica. La aprobación de las cuotas periódicas será la
única autorización que se le otorga a los organismos para comprometer gastos”.
De igual modo se violó el
artículo 48 que dispone: “El Poder Ejecutivo no podrá realizar modificaciones
al total de gastos aprobados por el Congreso de la República en el Presupuesto
de Ingresos y Ley de Gastos Públicos, ni trasladar sumas de un Capítulo a otro
o de una partida a otra”.
Para ello, afirman, habría que introducir modificaciones en la Ley de Gastos
Públicos vía el Congreso, por lo que el Poder Ejecutivo deberá presentar un
proyecto de ley que deberá ser previamente conocido por el Consejo Nacional de
Desarrollo”.
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