Atracos, delincuencia y robos a manos armadas es lo que durante el día y la noche se vive en la ciudad de Bonao, donde los moradores sienten temor por la cantidad de personas que han sido objeto de los antisociales que se pasean por las distintas calles, sin que los organismos del orden tomen el control de lo que sucede en sus narices.
Residentes se quejan por la poca vigilancia policial, lo que atribuyen la ola de atracos que impera en los alrededores del Parque Duarte, donde funciona una importante empresa bancaria, que cuando sus clientes salen son perseguidos por una banda de malhechores que se viene denunciado varios años y que en los últimos meses ha tomado fuerza, a fin de esto, las “autoridades” son incapaces de dar seguimiento a las quejas que reciben a diario para frenar a esos “empresarios” que se desplazan en motocicletas cubiertos con máscaras y abrigos de gorros durante el día.
“Bonao se ha convertido en un infierno, estamos huérfanos, no tenemos quien se conduela”, estas fueron las palabras de un ciudadano desesperado que no quiso ser identificado.
El temor de salir a las calles se ha convertido en una pesadilla para los bonaenses, por lo que piden al jefe de la Policía, mayor general Manuel Castro Castillo, enviar autoridades de manos duras que controlen la incesante delincuencia y la inseguridad, devolviendo la paz a esa hermosa provincia llamada Monseñor Nouel.
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