Por MARINO BAEZ
“Soñar es bueno, y quién tiene metas, dispone de una imprescindible brújula
para orientarse en las mil y una bifurcaciones que la vida le pondrá por
delante”.
A pesar de que finalizamos un año convulso, con dificultades y hechos de violencia,
sustentamos la esperanza de un 2014 en el que resplandezcan objetivos, estrategias y metas cargadas de
positivismo, para dirigir y consensuar
con todas las partes involucradas en el estado dominicano, sin que sólo sean
escuchadas en tiempos de elecciones.
Hoy que el dolor de la violencia muerde tantas entrañas, que la
desesperanza sustituye gradualmente la incertidumbre y el desasosiego, nos
animamos a seguir luchando, sin dejar de reconocer el estimulo de algunas
personas para seguir trabajando, sintiendo que otras necesitan del soporte de
los demás para mantener su status de vida.
No todos los que sueñan alcanzan sus objetivos, pero abrigamos la esperanza
de que a partir del 2014 los dominicanos podamos contar con más energía
eléctrica y una tarifa económica más baja.
Siento; y me atrevo a afirmarlo; que entrando el próximo 2014, la administración
de justicia en el país romperá todos los esquemas y se aplicará acorde con los
principios de La Diosa Temis “sin privilegios para nadie”.
Mi esperanza en el 2014 tiene su abrigo, en un Poder Ejecutivo que gobierne
para los más necesitados y cobre más impuestos a los ricos y empresarios que a los pobres.
Para el 2014, no sabemos cuándo, las 32 provincias de la República
Dominicana dejarán de protestar por la falta de agua, visto que tendremos menos
acueductos y el vital liquido a borbotones, sin tener que racionalizarlo.
En el 2014, ya no tendremos las
prolongadas y permanentes quejas y protestas en los hospitales públicos del
país, porque las farmacias estarán llenas de los medicamentos esenciales, habrá
médicos suficientes con visión de servicio y desaparecerá la tan criticada
cuota de recuperación que, aunque supuestamente fue suspendida se hace cada vez
mas notoria en los centros públicos de salud.
Saldremos de la terrible pesadilla existente en las Cámaras Legislativas,
porque en el 2014 nuestros congresistas dejarán de percibir miles de millones
de pesos, por concepto del Barrilito y el Cofrecito.
Entrando el 2014, sin ningún tipo de legislatura, los síndicos y regidores
del país administrarán los recursos que reciben con transparencia y lo
invertirán en obras de desarrollo municipales.
Durante el 2014, que esta al doblar de la esquina, habrá menos parafernalia
y demagogia política en las calles del país, porque la Junta Central Electoral
(JCE), no entregará recursos a la partidocracia.
Luego de ser congelados, se reducirán los precios de los combustibles en el
2014, no habrá escasez; y el pago de impuestos por galón será mínimo, para que
los dominicanos puedan adquirir vehículos de alto cilindraje.
Será abolido por el Poder Ejecutivo el otorgamiento de exoneraciones a diputados
y senadores en el 2014, se reducirá la nómina pública y los empleados cobrarán
salarios acorde con el gasto familiar.
Podrían ser sueños de esperanza y aunque no lo podamos predecir, ni
cristalizar, nuestros nietos y biznietos quizás lo visualicen en el futuro por
venir y disfrutarán de sus virtudes bondadosas.
Felices fiestas…
El autor es periodista
Reside en Bonao
Diciembre 06, 2013
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