Sería un grave problema, porque al no existir quien produjera lo que consumimos ¿cómo podríamos satisfacer nuestras necesidades de alimento?.
No es sino, hasta que ocurre la
escasez de algún producto alimenticio, cuando nos damos cuenta de la
importancia de la actividad relacionada con la siembra de plantas y el cuido de
animales para nuestro consumo.
Por dicha los agricultores se
dedican al cultivo de nuestra tierra, empleando para ello su fuerza e
inteligencia.
Gran cantidad de productos que ves
en tu refrigerador, como frutas, verduras o productos derivados de la leche
tuvieron que ser ya sea sembrados y cosechados, o distribuidos y recolectados
por el agricultor. Las materias primas para hacer jaleas, dulces, frescos,
cremas, champús y medicinas también requieren de la contribución del
agricultor. ¿Qué sería de nosotros sin su ayuda?
Ya sea que siembren papas en las
tierras altas, piña en las bajas, que corte banano o cultive flores, la tierra,
la lluvia y el sol siempre serán sus compañeros; por los agricultores deben
tener conocimientos sobre fertilidad de los suelos, épocas para sembrar y
cosechar, clima y medio ambiente, tipos de cultivos y plagas o enfermedades que
afectan a sus sembradíos.
Origen de la Agricultura
En la antigüedad los seres humanos
vivían de la caza y de frutas o vegetales que podían conseguir. Viajaban de un
lugar a otro (eran nómadas) tras las manadas, buscaban mejores condiciones para
vivir.
Se cree que fueron las mujeres,
quienes en la prehistoria, al recolectar plantas y semillas, observaron el
crecimiento de estas y comenzaron experimentar, sembrando en las veredas de los
ríos y en sitios abiertos, estableciendo los primeros cultivos, principalmente
de granos.
Al obtener alimento de la tierra,
la gente dejó de viajar de un lugar a otro en busca de comida (se volvieron
sedentarios). Se establecieron en un sitio fijo, criaron animales para su
consumo, buscaron tierras fértiles y establecieron una forma de vida con base
en la agricultura; eso les posibilitó construir pueblos, y dedicarse y crear
diferentes ocupaciones, con lo que surgieron los oficios y profesiones.
Nuestro país es principalmente
agrícola, por lo que la agricultura ha sido parte decisiva de nuestra nación y
de su historia. Desde épocas precolombinas nuestros aborígenes cultivaron maíz,
frijoles y tubérculos como yuca y ñame.
Se tienen datos en el país del
ejercicio de la agricultura alrededor de 2 mil años antes de Cristo. La agricultura
fue el acontecimiento que cambió radicalmente la sociedad indígena, y hay
evidencias para el primero y segundo milenio antes de Cristo de comunidades
agrícolas sedentarias pequeñas y dispersas entre sí.
Nuestros aborígenes practicaban la
técnica de "roza (quitar matas y hierbas inútiles) y quema" para
sembrar maíz y yuca. Prendían fuego a los pastizales para limpiar la tierra.
En la época colonial, surgió el
minifundio, una finca pequeña donde se cultivaba lo que se consumía, representó
la forma de propiedad agrícola predominante. Ya desde entonces nuestra economía
se basó en productos agrícolas; inicialmente se propició el cultivo del tabaco
y del cacao, y luego el del café.
El tabaco y el cacao fueron los
primeros productos que exportamos, sin embargo, fue la exportación del café la
que impulsó nuestro desarrollo económico en aquella época.
Algunas de las grandes obras
nacionales también han estado ligadas a la actividad agrícola. Tal es el caso
del a Teatro Nacional, cuya construcción fue posible, en parte, gracias al
cultivo del café. El cultivo del banano, por ejemplo, obligó a la construcción
del ferrocarril al Atlántico y con él surgieron nuevos poblados en esa región.
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