El sector peor afectado y de mayor impacto tiene es el de controladores aéreos |
Los
recortes automáticos al gasto del gobierno federal que entraron en efecto a
comienzos de marzo empezaron a repercutir por fuera de las fronteras de Estados
Unidos con el retraso de los vuelos que llegan a y salen de los aeropuertos de
este país por la disminución de personal.
El
sector peor afectado es el de los controladores aéreos que se han visto
obligados reducir el plantel por 10% hasta octubre, precisamente durante la
temporada de más alto tráfico y particularmente molesto para los viajeros de
América Latina que llegan a los grandes aeropuertos a encontrar demoras y
congestión.
Conocidos
como "secuestro fiscal", los recortes son el producto de la falta de
acuerdo entre la Casa Blanca y el Congreso sobre cómo balancear el presupuesto
nacional y afectan a todas las agencias y empleados del gobierno. No sólo las
torres de control, sino los puestos de inmigración, aduanas y seguridad tienen
menos personal.
Para
los analistas de la industria aérea, el consumidor y las aerolíneas en todo el
mundo son las que están pagando por un enfrentamiento político en Washington.
Desde
el lunes, la Agencia Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) puso
en licencia obligatoria a 1.500 controladores aéreos, 10% de la fuerza que guía
el despegue y aterrizaje de 23.000 aviones diarios.
La
medida coincidió con mal tiempo y fuertes vientos que causaron retrasos en
algunos de los aeropuertos de mayor tráfico en EE.UU., como La Guardia y JFK,
en Nueva York, y el aeropuerto internacional de Los Ángeles.
"Los
viajeros pueden esperar una amplia gama de retrasos que cambiarán durante el
día dependiendo del número de personal y asuntos relacionados al tiempo",
expresó la FAA en un comunicado. "Los controladores extenderán la
distancia entre los aviones en vuelo para poder manejar el tráfico con menos
personal. Esto conducirá a retrasos en los aeropuertos".
"El
gobierno toma medidas pero sabe hasta dónde. No van a jugar nunca con la seguridad
del pasajero porque si pasa algo el culpable es el gobierno pero todo eso se va
a traducir en una mayor espera".
Más
de 140 torres de control están programadas para cerrar en aeropuertos pequeños,
pero esto tendrá un efecto indirecto sobre los principales, como en Miami,
Nueva York, Dallas, Chicago y Los Ángeles, que usan esas pistas pequeñas como
alternativa en caso de desvíos.
Un
puesto en una torre de control es uno de los trabajos más estresantes del
mundo, se necesita máxima concentración y menos personal pone una carga
adicional, dijo a BBC Mundo Héctor Rotundo, analista de la industria de la
aviación, en Miami.
"Los
controladores están sobrecargados de trabajo. Bajo las actuales circunstancias
tienen que poner más atención y el desgaste a nivel humano es mayor",
expresó.
Aun
así, eso no quiere decir que la torre se quede sin el personal indispensable y
que la seguridad de los vuelos quede comprometida.
"Seguramente,
primero sacarán gente de los turnos de la madrugada pero se va a respetar la
seguridad", explicó Rotundo."El gobierno toma medidas pero sabe hasta
dónde. No van a jugar nunca con la seguridad del pasajero porque si pasa algo
el culpable es el gobierno pero todo eso se va a traducir en una mayor espera"
Publicar un comentario
AVISO: Su publicación no es inmediata, los comentarios están sujetos a moderacion gracias