Los
niños con sed de un juguete encontraron este domingo las tiendas abarrotadas de
juguetes, pero con pocos recursos para poder acceder a ellos, debido a que
estaban por las altas nubes y en medio de una extraordinaria crisis económica
que les imposibilita a los padres satisfacer las necesidades de sus hijos.
BONAO.- Cada seis de enero, los Reyes Magos tocan la inocencia
de los niños y llegan a las casas montados en sus sedientos y hambrientos
camellos. Siguiendo la tradición, dejan sus regalos, pero este, como otros años
se han tenido que encargar los padres de comprar los juguetes.
En
los comercios, tanto padres como vendedores se quejan de los altos precios de
los juguetes y la poca venta de los mismos.
Este
año, los padres tuvieron que hacer de “Reyes Magos” y desembolsar desde 200
hasta dos mil 500 pesos para poder llevar un juguete más o menos bueno a su
hijo o hijas.
Los
padres compradores lamentaron que cada año los precios de los juguetes aumenten
sin que haya autoridad que controle el costo que deberían tener los mismos,
tomando en cuenta que muchos de estos son almacenados y revendidos.
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