A este pobre y delicioso marranito lo trasladan como alma que lleva el diablo para sacrificarlo y con una puya de madera ponerlo en dos jorquetas bajo fuego con leña de naranjo, guayabo, guama y otras especies arboriferas , para el próximo 24 de diciembre, Día de Noche Buena, ponerlo en la mesa familiar y degustarlo. A pesar de que quizas el lechón va contento en la cola del motor, no sabe que el destino final es el verdadero infierno, primero el cuchillo, después el agua caliente, de inmediato el sazón, una puya y finalmente fuego al rojo vivo...Es muy bueno el puerco asado. Feliz Navidad. (Foto Jostin Luis Baez)
|
Publicar un comentario
AVISO: Su publicación no es inmediata, los comentarios están sujetos a moderacion gracias