SANTO DOMINGO.- “Cuando
ustedes vayan a darle pa’abajo a un delincuente no se dejen ver de los medios
de comunicación”, recomendó este jueves al jefe de la Policía el diputado
Héctor Félix, del Partido Revolucionario Dominicano, durante una reunión en la
que los responsables de hacer las leyes se decantaron ardorosos por los
ajusticiamientos extrajudiciales como método privilegiado para “combatir” la
delincuencia.
En la misma tónica de Félix habló Alfredo
Martínez, del Partido de la Liberación Dominicana, quien no ocultó su enojo con
el José Armando Polanco Gómez porque la policía “no actúa contra los
delincuentes” en San Luis, su municipio, pero sobre todo de que “Bacanay”, uno
de los agresores de la ingeniera Francina Hungría no fuera “ajusticiado”.
Al coro se sumó Luisín Jiménez, del Bloque
Institucional Socialdemócrata, reclamando enérgico el “paredón” para quienes
delinquen. Su petición encontró eco en Francisco Matos.
Frente a estos pronunciamientos, los arrestos
autoritarios de Polanco Gómez se convirtieron en un juego de niños. El jefe
policial había sido llamado por la Comisión Permanente del Ministerio de
Interior de la Cámara de Diputados para que explicara la participación de
agentes en las muertes del estudiante de la Universidad Autónoma de Santo
Domingo William Florián, de 22 años, y de la profesora Ángela Heredia, en
Barahona, así como la de un recluso escapado de la cárcel de San Francisco de
Macorís.
En esa reunión, Polanco Gómez afirmó defendió
que no es la República Dominicana el país más violento del mundo, y para avalar
su opinión comparó al país con Afganistán.
Olvidados Florián y Heredia, y mucho más el
preso fusilado, la reunión terminó convertida en una de exaltación del “dar
pa’abajo” a los “delincuentes”. Los pobres, se entiende, porque los
legisladores gozan de inmunidad.
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