ROMA.- El Papa Benedicto XVI cumplió el sábado con una tradición
propia de fin de año, al orar en la Plaza de España, en el corazón de una
elegante zona comercial de Roma, donde advirtió que los católicos deben luchar
contra el egoísmo.
Al pie de la escalinata que
caracteriza a esta plaza, el Pontífice de 85 años oró vestido con una túnica
roja, en una madrugada fría y húmeda.
El acto tradicional del 8 de
diciembre, Día de la Inmaculada Concepción, suele marcar para muchos italianos
el comienzo de la temporada de compras navideñas en la ciudad.
Frente a una multitud de romanos
y turistas, Benedicto dijo que el egoísmo "genera un vacío" en la
gente, en las familias, en las naciones y en el mundo.
Advirtió además que deben
evitarse los "falsos remedios", incluidas las drogas, que se emplean
"para llenar estos vacíos". Consideró que la raíz venenosa del
egoísmo hace que la gente se dañe a sí misma y perjudique a otros.
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