Durante una protesta por la desaparición de 43 de sus compañeros, estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa Raúl Isidro Burgos quemaron el lunes varias oficinas del Palacio de Gobierno de Guerrero.
El incidente ocurrió después de algunas horas de protestas en Chilpancingo, la capital del estado.
Estudiantes normalistas y maestros de la disidente Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero bloquearon las oficinas del Congreso local, donde se enfrentaron con policías antimotines.
Después caminaron a la sede del gobierno estatal, que ya había sido desalojado. Allí lanzaron piedras y cohetes al edificio, y después decidieron quemar algunas oficinas y dos automóviles.
Acciones más "radicales"
Los estudiantes se manifestaban por la desaparición de 43 de sus compañeros el 26 de septiembre, después de que fueran atacados por la policía en Iguala, en el estado de Guerrero. En aquel enfrentamiento murieron seis personas.
Los manifestantes alegan que la policía detuvo a los compañeros que faltan para entregarlos a un grupo llamado Guerreros Unidos relacionado con el tráfico de droga.
Y piden la dimisión del gobernador Ángel Aguirre.
Si esto no ocurre y si la investigación no avanza, los estudiantes han prometido acciones más "radicales".
Hasta el momento las autoridades han encontrado nueve fosas clandestinas en el municipio de Iguala.
En las primeras cinco aparecieron 28 cuerpos calcinados, pero de las restantes no hay información oficial.
InvestigaciónLa protesta que terminó con la quema de oficinas es la más grave desde diciembre de 2011.
La desaparición de estudiantes ha provocado una ola de protestas no sólo en México, sino en varios países.
La Organización de Estados Americanos, Naciones Unidas y parlamentarios europeos demandan que el caso se aclare lo antes posible. Éste ha sido definido como la crisis más grave del gobierno de Enrique Peña Nieto.
El presidente describió el incidente como "impactante, dolorosa e inaceptable" y dijo que no habrá "impunidad". Por el momento han detenido a 22 policías por supuesta relación con el caso.
Y el exalcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, al que también se le relaciona con la desaparición, y está en paradero desconocido.
El exfuncionario es acusado de homicidio y la Procuraduría (Fiscalía) General de la República (PGR), lo busca por la desaparición de los estudiantes.
La investigación incluye a su pareja, María de los Ángeles Pineda Villa, hermana de uno de los líderes de la banda Guerreros Unidos a la que las autoridades responsabilizan de las agresiones.
La protesta que terminó con la quema de oficinas es la más grave desde diciembre de 2011, cuando los estudiantes normalistas se enfrentaron a policías federales y estatales en la Autopista del Sol, que comunica a Ciudad de México con el balneario de Acapulco.
Por esa movilización murieron tres personas: dos estudiantes y el empleado de una gasolinera.
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