Al menos diez diarios han dejado de circular por la
escasez de papel en Venezuela. Otros 21 periódicos han sido afectados
El presidente
de Venezuela, Nicolás Maduro, ha lanzado una
dura advertencia a los medios de comunicación. “Me van a llamar dictador, pero
vamos a endurecer las normas para que se acabe el amarillismo y la propaganda
que se alimenta de la sangre y la muerte”.
El jefe del
Estado ha pronunciado estas palabras en la víspera del lanzamiento de un plan
para disminuir la criminalidad. El gobernante acusó a los diarios El Nacional y El Universal y al grupo de
medios del Bloque De Armas, tres de los cuatro principales periódicos del país,
de apostar al fracaso de esas iniciativas. “Les va a llegar su hora”, advirtió.
Las
declaraciones sugieren que la prensa podría enfrentar una regulación inminente
de sus contenidos mediante estas decisiones, que genéricamente el gobernante
venezolano ha llamado plan de pacificación, y que se conocerán el próximo 14 de
febrero. El chavismo culpa de la violencia criminal en primer lugar
a los contenidos transmitidos por la televisión.
Maduro dedicó
el fin de semana a amenazar a la prensa y a los empresarios. Este sábado, en
medio de una actividad televisada por el canal de televisión oficial llamada
Taller de Máxima Eficiencia Socialista, se refirió a los representantes de los
gremios empresariales Fedecámaras, Consecomercio y Venancham. “Les va a llegar
su hora a los jefes que están detrás del saboteo [sabotaje] a la
economía”, dijo. El gobierno considera que la empresa privada induce el desabastecimiento
al acaparar los productos en galpones.
Los
empresarios, por el contrario, sostienen que para mantener abastecido el
mercado es necesario contar con inventarios para rellenar los anaqueles. Sus
portavoces han responsabilizado al Gobierno de querer manejar todas las
importaciones a través del sector público y restringir la entrega de divisas
que necesitan para trabajar. Esta repartición de culpas se evidencia en la
alarmante falta de alimentos y en general de todos los bienes que se comercializan
en el país.
La empresa
privada ha decidido reorganizar sus operaciones mientras se soluciona esta
situación. Pero el gobierno está dispuesto a todo con tal de quebrar su
voluntad. Está en juego la consolidación de la visión económica estatista y
centralizada de la llamada revolución bolivariana. Para ello Maduro ha aprobado una Ley Orgánica de Precios
Justos, que establece prisión de entre ocho
y 10 años para quienes acaparen alimentos o restrinjan su circulación. El
contrabando de extracción se pena con hasta 14 años de cárcel.
Ese texto legal
deja un enorme margen de interpretación al Gobierno para definir qué es
acaparamiento. En ese contexto parece muy complicado para el empresario
mantener inventarios para abastecer el mercado. Para el chavismo el
acaparamiento y el contrabando son delitos equiparables con el homicidio.
El
artículo 407 del Código Penal establece penas de entre 12 y 18 años para el
homicida intencional. Todos los
sectores están siendo afectados por la sequía de divisas, pero los diarios
impresos parecen tenerla más difícil después de las declaraciones de Maduro. El
Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela reportó que en enero y la primera
semana del mes de febrero al menos 31 periódicos en 10 estados del país
tuvieron dificultades para adquirir los insumos necesarios para la impresión de
sus ediciones.
Desde el pasado
mes de septiembre que en ciudades del interior diez diarios han dejado de
circular por la escasez de papel, de los cuales 5, entre ellos El Sol de Maturín (estado
Monagas), el Diario de Sucre (estado Sucre), Antorcha (estado
Anzoátegui), El Expreso y El Guayanés (estado Bolívar), se mantenían fuera de circulación finalizado el mes de
enero. Los diarios El Oriental y La Verdad de Monagas no están circulando los fines de semana.
Treinta medios
han presentado reducciones considerables en su paginación y también han
eliminado sus suplementos y revistas de los fines de semana. Es el caso de El Correo del Caroní del estado
Bolívar (pasó de 32 a 8 páginas), El Oriental del estado Monagas (32 a
8), Diario Católico (32 a 16), La Nación del estado Táchira (36 a 16 páginas), La Noticia y La Prensa del estado
Barinas (28 a 20 páginas), El Nuevo País de Caracas y el diario Provincia
del estado Sucre (16 a 8 páginas). El periódico El Nacional de Caracas, que
habitualmente circulaba con cuatro cuerpos, ha reducido su compaginación a dos
cuerpos y 16 páginas desde la primera semana de octubre.
El gobierno ha
designado a un funcionario para atender esa situación y ha asegurado también
que las divisas ya están autorizadas. La presión que ejercen esos medios desde
sus espacios, sin embargo, parece importarles poco. “Nosotros no trabajamos
bajo presión”, agregó el ministro Rafael Ramírez este sábado cuando se refirió
a la falta de papel a la salida del Taller de Máxima Eficiencia Socialista.
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