Los niños, niñas y adolescentes que residen en las regiones y provincias del país sufren de “casi un 60 por ciento de pobreza”.
El 27 por ciento vive en la indigencia, es decir, que no tienen los recursos suficientes para cubrir sus necesidades básicas. A nivel nacional la situación es grave, pero no tanto como en las regiones y provincias. El 41 por ciento de los niños vive en la pobreza multidimensional y el 9. 5 por ciento en la pobreza extrema.
La situación es tan grave, que según el estudio Análisis de La Situación de la Infancia y la Adolescencia en La República Dominicana 2012, las autoridades deben actuar para evitar el crecimiento de la pobreza que se produce desde los años 2008 y 2010.
El estudio, que fue realizado por la Organización de las Naciones Unidades para la Infancia (UNICEF), con el auspicio del Consejo Nacional para La Niñez y Adolescencia (CONANI) y el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, revela que los niños y adolescentes de las regiones y provincias necesitan atención urgente.
“Los contrastes son más agudos cuando se consideran las diferencias por regiones del país. Entre 2008 y 2010, en promedio, casi el 60% de la población infantil era pobre de ingresos, de los cuales, el 27% era indigente”, dice el estudio. La región Sur, caracterizada por su belleza natural, es donde existe más pobreza infantil.
“Sin embargo -dice la investigación- en la región El Valle, la incidencia de la pobreza total infantil fue casi de 81%; en la región Enriquillo de 78% y en el Cibao Noroeste de 75%. En comparación, en la región Ozama, la indigencia entre la niñez alcanzó al 17.2%, y la pobreza total al 47.5%. En el Cibao Norte, la segunda región con menor incidencia de pobreza, la indigencia afectó al 53.2%. Por otra parte, el 45% de todos los niños pobres del país vivía en Ozama y Valdesia: el Gran Santo Domingo y San Cristóbal, ciudades que están en proceso de conurbación”.
Durante los años 2008 y 2010, la región Ozama tenía 629 mil niños viviendo en hogares con ingresos de pobreza, que representaron el 31% de toda la población infantil y adolescente en esa condición.
En el Cibao Norte estaba la segunda concentración más grande de la niñez en pobreza con 336 mil, que representaban el 16.6% del total y la región Valdesia 280 mil niños para un 13.8%.
En el resto de las regiones, el número de niños en pobreza oscila entre 82 mil y 191 mil, que en términos relativos eran entre el 4.1% y el 9.4% del total.
Pobreza: en 2010 vivían en pobreza 1.7 millones de niños y niñas
“Por último, afirma el estudio, cabe destacar que a nivel territorial se advierten dos comportamientos de la pobreza de ingresos de la niñez en el período 2000-2010. Primero, en general, la pobreza de ingresos de la población infantil se comportó en una tendencia similar a la observada a nivel nacional, con un incremento de la incidencia en 2003 y 2004, un período de alivio relativo entre 2004 y 2006, y desde 2007 un período de estancamiento en la pobreza monetaria infantil total y de ligera disminución en la pobreza monetaria infantil extrema. El balance neto de la década ha sido de aumento de los niveles de pobreza infantil, especialmente la pobreza extrema infantil urbana, que a lo largo de la década experimentó un incremento del 104%”.
La investigación revela que en el año 2010, el 50.6% de la niñez del país, o un total de 1.7 millones, vivía con necesidades básicas insatisfechas.
El 42.1% o 724 mil viven en el Gran Santo Domingo (región Ozama), el Cibao Norte con 279 mil, o el 16.2%, y Valdesia con 247 mil, o el 14.4%.
La región Ozama y Valdesia, entre Gran Santo Domingo y San Cristóbal, en conjunto, viven más del 58% de la niñez con necesidades básicas insatisfechas.
La incidencia más elevada se verificó en las regiones El Valle y Enriquillo con tasas medias entre los años 2008 y 2010 del 72.9% y 72%, respectivamente. Las regiones Higuamo y Yuma tienen también una alta incidencia de pobreza infantil.
A partir del año 2007, en la República Dominicana había 665 mil niños, niñas y adolescentes que habitaban en viviendas sin servicios sanitarios adecuados, poco menos de 526 mil no tenían acceso a agua de la red pública, más de 148 mil vivían en casas con piso de tierra o madera, 130 mil no tenían energía eléctrica en sus hogares, más de 1.9 millones no tenían acceso a radio y más de 667 mil no tenían acceso a un televisor.
“No hay diferencias significativas entre la pobreza multidimensional infantil masculina y femenina que es entre 41.6% y 40.3%, respectivamente. Por otro lado se observa una importante diferencia entre pobreza rural y urbana. La primera infantil masculina es 1.46 veces más alta que la femenina”, relata estudio
La incidencia de la pobreza monetaria alcanza a un porcentaje relativamente elevado de la población, que entre los años 2000 y 2010, el promedio de la población que recibía ingresos de pobreza fue de 41.1 por ciento, mientras que la proporción que recibía ingresos de indigencia fue de 12 por ciento.
El estudio destaca que esos resultados de pobreza infantil en materia social y de calidad se han dado en un contexto de un notable desempeño macroeconómico a lo largo de las últimas décadas.
El crecimiento económico no es para todos y todas
“En ese sentido, plantea la investigación, el proceso de desarrollo del país muestra una característica singular que combina un sobresaliente crecimiento del ingreso entre 1960 y 2010, de una tasa media anual de crecimiento económico que ha sido un ostensible rezago en los indicadores sociales y de bienestar, incluyendo los de pobreza”.
“Al parecer una de las razones fundamentales de este desaprovechamiento del crecimiento económico está asociada a los niveles de desigualdad de ingresos. A lo largo de la década pasada, el promedio anual del Coeficiente Gini, que mide la inequidad en la distribución del ingreso, fue de 0.5339. En 2010 se estimó un 0.499, la única vez en la década que se coloca por debajo del umbral de 0”, afirma
“Este nivel de concentración del ingreso, cita el estudio, también marca diferencias entre distintos segmentos de la población. En promedio, entre 2000 y 2010, el 20% más rico de la población concentró el 58% del ingreso y el 20% más pobre apenas el 3.6%. Esto significa que el ingreso del 20% más rico de la población fue 16 veces más alto que el del 20% más pobre”.
La desigualdad de ingresos también tiene su expresión a nivel de los territorios, que en promedio, entre 2007 y 2009, en las comunidades rurales, la pobreza total y la indigencia monetarias alcanzaron al 54 por ciento y al 26 por ciento de la población, respectivamente; mientras que en las zonas urbanas al 45 por ciento y 17 por ciento.
De igual manera las regiones El Valle y Enriquillo, las dos más pobres del país, revelaron tasas de pobreza total entre 72 por ciento y 75 por ciento, y tasas de pobreza extrema o indigencia entre 38 por ciento y 41 por ciento.
“En contraste, establece la investigación, la región Ozama o metropolitana registró una tasa de incidencia de la pobreza monetaria total de 37 por ciento y de indigencia de 11.5 por ciento, y en el Cibao Norte alcanzó 43 por ciento y 16 por ciento respectivamente”, asegura.
La investigación indica que la pobreza total y la pobreza extrema de ingresos afectan desproporcionadamente más a la población infantil y adolescente que a la población en general.
En efecto, para la población menor de 18 años la incidencia de la pobreza fue notablemente elevada para el año 2010, cuyo bajo ingreso afectaba casi al 54 por ciento de la población infantil y con una incidencia del 29 por ciento más elevada que en la población general.
“En otras palabras, afirma el estudio, alrededor de 1.8 millones de las niñas y niños dominicanos viven en pobreza monetaria, y representan el 46.7% de toda la población pobre del país, cuando la población menor de 18 años representaba el 36.25% de la población general, según el Censo 2010”. De igual manera, en 2010, el 17.3% de la población infantil, o aproximadamente 600 mil niños y niñas, vivía en hogares”.
La investigación descubrió que existen brechas de incidencia entre las ciudades y el campo y que en promedio, entre el año 2000 y 2010, de cada 10 niños, niñas y adolescentes residentes en las zonas rurales, 6.3 por ciento eran pobres.
Datos Generales de pobreza
La niñez y la adolescencia en la República dominicana presentan características que reflejan los niveles de pobreza.
El 20. 8 por ciento de la población infantil de 0 a 5 años carece de registro de nacimiento y el 12 por ciento en la edad entre 5 y 17 años desarrolla trabajo infantil.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para La Infancia (UNICEF), el 56 por ciento del total de la población en trabajo infantil, realiza actividades peligrosas.
El 64. 4 por ciento de los hogares utiliza el castigo físico o psicológico para disciplinar a sus hijos y el 90 por ciento de las víctimas de violencia sexual en el año 2012 fueron menores de edad.
La UNICEF establece que el 0. 8 por ciento de la población infantil percibe a los perpetradores de explotación sexual como culpables y el 59 por ciento responsabiliza a la víctima o a su familia. Tasa neta de asistencia a la educación básica (8 grados):92%. (1)
La población de 5 años fuera de nivel preescolar es de 26 por diento y los adolescentes de 13 a 17 años fuera de la enseñanza secundaria es de 48 ciento de mujeres y 63 por ciento hombres.
La sobre edad escolar tiene una cifra de 12% en primaria y 21% en secundaria y la inversión en educación es del 4.0 por ciento del producto interno bruto.
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