La negligencia
del capitalismo que no ha evitado el calentamiento global es la principal causa
de los desastres naturales que afecta a Bolivia y a muchas otras naciones del
mundo, ha asegurado el presidente Evo Morales tras
sobrevolar los anegados valles de Cochabamba, en el centro del país.
En La Paz,
zonas residenciales han sufrido el desmadre de los ríos, la destrucción de
puentes, con un saldo de dos personas heridas, varios coches dañados y casas
inundadas, al cabo de una torrencial lluvia de casi una
hora de duración.
Según informes
de Defensa Civil el número de familias damnificadas en el país supera las
24.000, casi un millar de viviendas se han derrumbado y se han perdido unas
4.500 hectáreas de cultivos de productos alimenticios. La cifra de muertos no
está consolidada, pero se menciona un mínimo de 24 y un máximo de 46, diez de
ellos perdieron la vida cuando quedaron bajo tierra tras el derrumbe de una
colina en Rurrenabaque.
Morales ha
asegurado que es una obligación del Gobierno la de atender a las víctimas con
ayuda humanitaria inmediata como alimentos y medicamentos. Ha comprometido la
reconstrucción de viviendas a fin de que “en pocos meses podamos entregarles
casas”, y ha anunciado que se pagará el seguro agrario por cada hectárea de cultivos
que se perdieron a causa de las inundaciones, los granizos y las lluvias.
El gobernante
boliviano reiteró en la localidad de Cliza, famosa por sus cultivos de maíz y
la elaboración de “chicha” (licor de maíz) y entre las más castigadas por las
inundaciones, lo que horas antes dijo ante el cuerpo diplomático que acudió a
la tradicional ceremonia de salutación en el nuevo año en la Casa de Gobierno
en La Paz.
“Seguramente
algunas potencias tienen responsabilidad no solo con Bolivia sino con la comunidad
internacional…porque son responsables de los desastres naturales que está
viviendo el mundo entero”, aseveró el presidente Morales.
“El único
culpable es la exagerada industrialización de algunas potencias; siguen
fabricando armas para matar y no salvar vidas y eso está contaminando todo el
mundo y está haciendo cambiar el medio ambiente”, ha explicado Morales a las
víctimas en Cliza mientras se cumplía con la distribución de toneladas de
alimentos y ropa.
El presidente
ha advertido que si continúa la indolencia de las potencias y no toman acción
para frenar la contaminación del planeta, todo va a empeorar.
“Lo que estamos
viviendo acá es poco”, ha dicho Morales y ha expresado que en otros países “es
impresionante lo que afecta el calentamiento global por culpa de las potencias,
que no quieren asumir responsabilidad ni para expresar solidaridad”.
La temporada de
lluvias en Bolivia, desde fines de noviembre hasta mediados de marzo, ha
ocasionado en este tiempo el aumento en, al menos, un 20% en el caudal de los
ríos, comparativamente a 2013, según el Servicio Nacional de Hidrografía Naval.
Las lluvias
caídas tanto en el altiplano como en los valles, cabecera de la región
amazónica, confluyen en los caudalosos ríos que surcan las llanuras de Pando y
Beni y que están afectando no solo a las poblaciones ribereñas, sino las
parcelas de cultivos y el ganado bovino, del que Beni es el mayor productor en
el país.
La Federación
de Ganaderos de Beni y Pando ha informado que sus afiliados han perdido ya
9.000 reses, con un costo aproximado de cinco millones de dólares, mientras que
el resto del ganado bovino tiene que ser trasladado a alturas, con la
limitación de pasturas y la pérdida de peso de los animales, según informa el periódico Opinión
de Cochabamba.
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