Por MARINO BAEZ
decaraalsolmb@gmail.com
Soy periodista. Si soy periodista, porque me siento un consagrado de
la profesión más digna que haya podido elegir ciudadano alguno, ya que he
desarrollado mi labor con altura y moral, sin tener que recurrir al chantaje y
a la búsqueda desmedida de recursos económicos, siempre considerando que en el
profesional lo más importante es la preparación para destacar la bondades y
aportes de quienes se esfuerzan por el desarrollo de quienes no tienen voces.
Soy periodista; y al igual que otros, que también lo son, este viernes
cinco de abril, voy a celebrar mi día poniendo en alto el honor inmenso e
inconmensurable de esta profesión que he desarrollado durante treinta años, por
encima de todas las adversidades y del daño que han querido hacerme la caterva
de putrefactos, analfabetos, peseteros, inmorales, trogloditas, farfulleros,
politicuchos, asesinos del idioma, antiprensa y chantajistas subliminales.
Periodistas Miguel Guerrero, Marino Báez, Juan Bolívar Diaz, Saul Pimentel |
Debemos celebrar considerando que somos periodistas que tomamos la
trayectoria de informar escribiendo y comunicando a viva voz, con el objetivo
principal de buscar la materia prima en la fuente de información para
convertirla en noticia, tomando muchas veces como punto de partida la misión de
objetivizar con veracidad los puntos tratados sin tener que recurrir al recurso
malintencionado de hacer daño con el punzón de la traición.
Hay Periodistas Comunicadores, pero no Comunicadores Periodistas. Un
buen periodista ha de conocer muy bien las normas de la profesión, visto que el
buen periodista se mantiene informado constantemente de lo que acontece a nivel
mundial, si lo hace, tiene el perfil de un buen redactor y analista noticioso,
llegando al extremo de ser un buen editorialista, convirtiéndose el mentor
audaz de comunicar con brevedad, claridad y autenticidad los hechos, lo que
forma parte del manual de un buen periodista.
Sirva este viernes cinco de abril para recordar los asesinatos a
destiempo de una cantera de probos periodistas, como Orlando Martínez, Gregorio
García Castro, entre otros, quienes con visión, temple y objetividad supieron
defender los más sagrados intereses de los dominicanos, sin tener que empeñar
sus plumas y financiar la ética.
A veces nos preguntamos si el periodista nace o se hace. Sin embargo,
la respuesta es clara. Un periodista se hace cada día, pero sólo se podría
tener buenos dotes de periodista, si nos esforzamos personalmente por el
trabajo diario, como elementos que ayudan a ser cada día más un buen abanderado
de la profesión.
El periodista tiene que investigar por sí mismo, documentarse para
después dar a conocer un hecho que probablemente será de interés general y que
se comentará en medios de comunicación masivos. El éxito de un buen periodista
llega cuando eres capaz de descubrir una noticia que aún no se sabe.
Periodistas, no son todos lo que están, ni todos los que son...!!!
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