El juicio a 26 policías acusados
de participar en una de las mayores masacres carcelarias de la historia de
Brasil en 1992 fue suspendido apenas unas horas después de empezar.
Mientras se leían las
acusaciones, una mujer miembro del jurado dijo que no se sentía bien y pidió
abandonar la sala.
Fueron 111 presos quienes
murieron en la cárcel de Carandirú, en Sao Paulo, durante una operación
policial para acabar con un enfrentamiento entre grupos rivales.
Fiscales aseguran que los reos no
estaban armados y recibieron disparos a quemarropa dentro de sus celdas.
Ningún policía murió en la operación
Más de 20 años después de la
"masacre de Carandirú", apenas una persona, el comandante de la
policía militar de aquel entonces, se enfrentó a juicio, pero su condena fue
anulada.
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