BONAO.- El brote de cólera que afecta a pobladores de las comunidades Los Arroces y La Ceiba mantiene preocupadas a las autoridades de Salud Pública de esta localidad.
Decenas de personas han sido recluidas y aisladas en una sala del hospital Pedro Emilio de Marchena tras presentar síntomas de diarrea y vómitos abundantes.
La pandemia es atribuida al consumo de agua contaminada. Las autoridades del sector salud mantenían en secreto los casos para no provocar alarma en la población.
A la fecha más de sesenta personas han sido atendidas con los síntomas de la enfermedad. El pasado viernes se registró el ingreso de 16 pacientes al centro asistencial local, lo que es atribuido al consumo de agua del río Masipedro, el que se asegura está contaminado.
La doctora Rita Desangles, directora provincial de salud, dijo que es una situación de emergencia real, “porque la mayoría de la población de dos localidades que están muy cerca una de otra Los Arroces y La Ceiba es donde están esos afectados”.
Familiares de los pacientes hacen un llamado a las autoridades del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA) a intervenir en el problema.
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