Abdalá bin Abdulaziz al Saud ya superaba los 80 años cuando se convirtió en el monarca absoluto de Arabia Saudita en 2005 y emprendió la tarea de transformar su país de un caldo de cultivo de radicales islamistas en un miembro moderado de la comunidad internacional.
Fallecido este viernes con más de 90, el reinado de Abdalá contrasta con el de sus predecesores por haber emprendido el camino de las reformas en una de las sociedades más conservadoras del mundo.
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