
Las alzas graduales en el salario mínimo contribuyen a reducir la desigualdad y no tienen efectos adversos significativos en el empleo agregado, según subrayó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en un foro sobre la materia inaugurado en Ciudad de México.
El encuentro, convocado de forma conjunta por la Cepal, el gobierno del Distrito Federal, el Consejo Económico y Social del Distrito Federal, la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) y la Fundación Friedrich Ebert, se celebró ayer miércoles en el Museo Nacional de Antropología con la asistencia de representantes de organismos federales, cámaras legislativas, partidos políticos, instituciones académicas y organizaciones patronales y sindicales.
La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, resaltó el “enorme potencial que la política de salarios mínimos tiene para mejorar el ingreso de los menos favorecidos, promover la desigualdad y fortalecer la demanda interna” que contribuya al desarrollo económico.
El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, señaló que su país “está sufriendo una nueva oleada de precarización del empleo” y por eso es necesario debatir acerca del fortalecimiento del salario mínimo. “En esa ruta se inscribe este diálogo”, señaló Mancera.
El subsecretario de Trabajo y Previsión Social de México, Rafael Avante, indicó que el gobierno federal se propuso tres objetivos en esta área: homologar el salario mínimo en todo el país, desvincularlo de las disposiciones normativas y lograr un impacto positivo en el poder adquisitivo de los trabajadores.
Avante llamó además a debatir sobre el salario mínimo “al margen de las posturas políticas”.
El rector de la Unam, José Narro, abogó por equilibrar los logros macroeconómicos con las necesidades microeconómicas de México y a construir, con la participación de todos los sectores, una ecuación que permita reducir la desigualdad y la pobreza.
El secretario ejecutivo Adjunto de la Cepal, Antonio Prado, subrayó que las políticas de salario mínimo en la región deberían basarse en un incremento progresivo, coherente con las políticas macroeconómicas, productivas y de crédito.
Para ello, dentro de otros grandes acuerdos sociales, según recordó Antonio Prado, la Cepal ha propuesto a los países de la región que alcancen pactos para la igualdad en el mundo laboral que incluyan programas orientados a reducir las brechas de productividad, de ingresos laborales y de calidad del empleo, indica la nota de la Cepal.





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