La llegada de los Reyes Magos es una de las tradiciones más arraigadas y duraderas que ha permanecido vigente a través del tiempo. Melchor (rey de Persia), Gaspar (rey de Arabia) y Baltasar (rey de la India), se comenta que viajaron a la Tierra Santa durante nueve meses para conocer a Jesús. Se cree que los diferentes tonos de piel representaban a las tres razas humanas que se conocían en aquella época.
Se les considera “Santos” y “Magos” porque poseían una vasta erudición y una bondad parecida a la santidad.
Lo que dice el Evangelio
Según San Mateo, unos sabios venían desde un lejano país oriental a adorar a Cristo, su llegada perturbó a Herodes. Sin embargo, fueron guiados por la estrella de Belén que los llevó hasta donde estaba Jesús y a pesar de que le habían prometido al rey de los judíos regresar a contar la buena nueva, no se presentaron en Jerusalén y continuaron su camino.
La rosca de reyes
Según, Edgar Royston Pike, se trata de un rito pagano que fue consolidado desde hace tiempo, la humanidad celebraba el nacimiento de un dios Solar: “Los persas, egipcios, fenicios, sirios, griegos, romanos, peruanos, hindúes, mexicanos y otros pueblos. Años más tarde, la Iglesia Católica estableció estas fiestas sobreponiendo la conmemoración de la Epifanía y posteriormente se convirtió en la Merienda de los Reyes”.
Esta costumbre se remonta a la época de la Conquista, en la cual, la rosca tiene oculta la figurilla del niño, que representa a Jesús protegido por José y María de la crueldad de Herodes, y quien lo descubra se convierte en el rey de la fiesta y es “padrino del Niño Dios”, también se le ofrece muchas golosinas.
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