Las limitadas fuentes de empleos de que dispone este municipio, unido a la reducción de circulante en manos de la población, ha puesto en aprietos a decenas de comerciantes que podrían cerrar sus puertas a finales de este mes.
Willy Céspedes, presidente organizador de la feria Expo Bonao, mostró su preocupación por los nuevos gravámenes puestos en vigencia por la Dirección General de Impuestos Internos y las altas facturaciones eléctricas.
Aseguró que los desmedidos precios de la energía eléctrica y los nuevos impuestos están llevando a los micros, pequeños y medianos comerciantes a optar por cerrar sus puertas y lanzar a las calles a decenas de empleados.
Observó que el comercio vive una pesadilla y que si el Gobierno no viene en auxilio, realizando inversiones que rescaten la desacelerada economía de esta ciudad, el desempleo se incrementará.
“Los comerciantes buscan afanosamente llamar la atención del presidente Danilo Medina, con el objetivo de provocar un relanzamiento de la Zona Franca Industrial de la comunidad de Caracol e instale oficinas de Pasaportes, Migración y Obras Públicas aquí”, expuso.
Que pongan en funcionamiento las leyes de provincia eco turística y de la Corporación de Acueductos de Monseñor Nouel, las que generarían cientos de empleos que activarían la economía municipal.
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