Un cero a la izquierda semáforos en Bonao

Por: Virgen Ovalles

Pretender imponer a los ciudadanos el porqué y para qué se implementan mecanismos cuando no se tiene conciencia y, más aún, si el amor propio no prospera, nada se puede esperar hacia los demás, sin embargo, si las leyes se hacen respetar sin distinción alguna la carga sería ligera, pero como si se tratase de un peligro para la población todos la pasan por alto.

La iluminación de los colores verde, rojo y amarillo complementan un solo nombre llamado semáforo, los cuales fueron instalados con el único propósito de organizar e indicar a los conductores cuando deben parar  o continuar al destino correspondiente, en cambio, los residentes de la provincia Monseñor Nouel, Bonao, específicamente los peatones que han sido los más perjudicados, razón por la cual ponen su vida en peligro al momento de cruzar las tediosas calles, debido a la poca importancia y el penoso respeto  que se le ha tenido a las señales de tránsitos desde que fueron colocadas en lugares estratégicos, que en vez de resolver el problema es todo lo contrario.  

No se sabe hasta cuando y por cuanto tiempo será el desorden que se vive a diario en la Villa de Las Hortensias, mientras que  las autoridades responsables que deben “velar” por una vigilancia permanente, se hacen de la vista gorda y brillan por su ausente “capacidad” de poner el orden que amerita la ciudadanía.

Todo en la vida requiere de un aprendizaje que se haga acompañar de buenos tutores, pero cuando no se hacen los esfuerzos necesarios para implementar y llevar a cabo una correcta intención de que las cosas marchen por lo meno un poco “bien”, los cambios que necesitaban ver han sido esfumados por aquellos que están en la obligación de minitorear las luces que pretenden mantener el paso para hacer posible que la nación continúe desarrollándose hacia el bienestar de todos y por todos.