Francisco I |
"La palabra más repetida en
las ruedas de prensa del Vaticano es 'sencillez, sencillez, sencillez'. Ese es
el carácter oficial con que El Vaticano está presentando al nuevo Papa",
explica desde Roma Pablo Esparza, enviado especial de BBC Mundo al Vaticano.
El Papa incógnito
Una hora después de su elección
el miércoles, el nuevo Papa se escabulló del Vaticano en un auto camuflado.
Quería rezar y agradecer en la misma basílica romana donde el fundador de su
orden, Ignacio de Loyola, alguna vez rezó.
Tras la visita le pidió al chofer
del auto que hiciera una parada en el hotel clerical del centro de Roma donde
se había quedado antes del cónclave. Quería pagar la cuenta y recoger su
equipaje.
Al día siguiente, Francisco una
vez más abandonaba el Vaticano de incógnito para visitar a un amigo enfermo en
el hospital.
Otro de los momentos clave
ocurrió cuando el Sumo Pontífice abrió los sellos del departamento papal, en el
Palacio Apostólico, para tomar posesión de su nuevo hogar.
Mientras
funcionarios del Vaticano se inclinaban en una reverencia y el arzobispo George
Gaenswein, secretario del retirado papa Benedicto XVI y amo de la casa papal, buscaba
el interruptor de la luz, Francisco permanecía inmóvil en la oscuridad,
observando la escena.
"Aquí caben 300 personas. No
necesito todo este espacio", se dice que dijo.
¿Estilo latino?
¿Revolucionario o poco
protocolar? Lo que ha quedado claro en dos días es el distanciamiento que el
papa Francisco ha marcado respecto del tono formal y a ratos académico de su
antecesor, Benedicto XVI.
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